Algunos de los residentes del lugar optaron por abandonar la zona, temerosos de que con la irrupción de un tercer incendio el fuego llegase finalmente a sus hogares, ya maltrechos y con las paredes agrietadas y las rejas retorcidas por la onda expansiva de la explosión del sábado. | Foto: Ap

Internacional

Extinguen el fuego en refinería venezolana

Pobladores de los alrededores de la refinería de Amuay, una de las mayores del mundo, recibieron con alegría la noticia de que las autoridades lograron extinguir el fuego en los tres tanques.

28 de agosto de 2012

Tras labores intensas, los bomberos controlaron el fuego que se registró en los tanques de combustible de la instalación petrolera, confirmó el martes el ministro de Petróleo, Rafael Ramírez.

"Hemos cumplido y se ha extinguido este fuego y ahora vienen todas estas tareas posteriores, evaluación, aseguramiento de toda el área", dijo Ramírez a la cadena regional Telesur al anunciar que en "dos días" esperan reactivar las operaciones en la refinería que forma parte del Centro de Refinación de Paraguaná en el estado occidental de Falcón.

El ministro explicó que los equipos de bomberos continuarán trabajando en el área de los tres tanques vertiendo espuma hasta enfriarlos por completo y que luego se procederá a la recuperación de los contenedores de combustible.

"Ahora hay que revisar todas las líneas, todas las conexiones, todas las válvulas", agregó.

Ramírez, quien también se desempeña como presidente de la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), aseguró que este incidente no ha afectado "para nada" la capacidad de despacho del complejo petrolero que puede enviar hasta 1,2 millón de barriles de crudo diarios.

"Que felicidad más grande, nos sentimos felices después de tantos días de angustia y miedo, por fin no vemos ese candelero ahí frente a nuestras casas", dijo Hilda Castellanos, ama de casa de 48 años, quien relató que a partir de las 02.30 (0700 GMT) del martes, "empezamos a ver como la llama se hacía cada vez más chiquita".

"Le damos gracias a dios que estamos vivos y yo como un líder de la comunidad de Alí Primera", una barriada obrera aledaña a la refinería de Amuay.

Horas antes, el presidente Hugo Chávez dijo en un mensaje en Twitter que el fuego en uno de los tanques se había extinguido.

Las escenas de pobladores sonrientes, conversando animadamente en las calles, contrastaba con el desolador ambiente de la noche anterior, cuando en las calles del Alí Primera y el vecino sector de La Pastora, localizado justo frente a los depósitos en combustión, reinaba el silencio en casas a oscuras.

Algunos de los residentes del lugar optaron por abandonar la zona, temerosos de que con la irrupción de un tercer incendio el fuego llegase finalmente a sus hogares, ya maltrechos y con las paredes agrietadas y las rejas retorcidas por la onda expansiva de la explosión del sábado.

"Hay que agradecer que ya hay más tranquilidad, aquí en el sector los dos primeros días era catastrófico, teníamos mucha angustia por todas las cosas que pasaron, mucha gente se fue, abandonó sus casas. Ahora esperamos que nos den el apoyo para reconstruir todo", dijo Edgar Médina, de 23 años, quien junto con su padre despejaba con una pala los escombros que bloqueaban el paso a su humilde vivienda.

La fiscal general Luisa Ortega Díaz informó el lunes que resta un muerto por identificar y que de los heridos sólo tres decenas permanecen hospitalizadas.

Los residentes de un barrio próximo a la refinería dijeron que no tuvieron ninguna advertencia antes de la explosión. Entre los fallecidos figuran al menos 20 agentes de la Guardia Nacional que prestaban servicios de custodia en la refinería. El puesto militar fue arrasado por la explosión.


AP