Barack Obama, presidente de Estados Unidos. | Foto: EFE

Economía

Estados Unidos da un paso para evitar el abismo fiscal

El Senado de Estados Unidos logró llegar a un principio de acuerdo sobre un paquete destinado a proteger a la clase media estadounidense de la subida impositiva y que aplaza por dos meses los previstos recortes en el gasto público.

Alianza BBC
1 de enero de 2013

Pero hasta que la Cámara de Representantes no lo apruebe, el riesgo de que la situación económica en este país se torne más oscura y arrastre consigo a otras economías del mundo sigue presente.

Mientras el resto del país celebraba el Año Nuevo, los senadores demócratas estaban enfrascados en una reunión con el vicepresidente Joe Biden.

Incluso bajo los altos estándares de política arriesgada y conflictiva del Congreso estadounidense, la noche del 31 de diciembre 2012 fue extraordinaria.

Les estaba explicando el compromiso al que había llegado con el liderazgo republicano en el Senado, según el cual aumentarán los impuestos a las familias que ganan más de US$450.000 al año y se aplazarán los planeados recortes presupuestarios por dos meses.

Los políticos estadounidenses efectivamente saben cómo llevar las cosas al límite, y luego un poco más allá. El plan era votar antes del plazo de la medianoche que se habían impuesto. No lo lograron.

Oficialmente, EE.UU. cayó en el precipicio fiscal. Pero aún no sabemos cuál será el impacto. Es posible, y hasta probable, que flotará elegantemente gracias a la corriente de viento que producirá la aprobación del Congreso.

No obstante, republicanos contrariados en la Cámara de Representantes podrían hacer que se estrelle contra el piso, con un golpe escalofriante.

Hay mucho que les puede disgustar en este acuerdo, y tendrán razón cuando digan que no hacen nada por recortar gastos.

Pero defender sus principios implica también oponerse a recortes de impuestos para la mayoría de los estadounidenses y quizás decidan no jugarse sus reputaciones.

Lo que sí pueden hacer, sin embargo, es darse el lujo de demorarse: es fácil hacerlo en el primer día del año, cuando los mercados y el gobierno federal están cerrados, de manera que no hay nadie que entre en pánico ni que imponga cortes salvajes. Pero si juegan por mucho rato, la economía puede perjudicarse seriamente.

Éste no es aún el final. Aunque hay demócratas insatisfechos, el partido respondió a unisono y su presidente tenía un plan. Los republicanos parecen apasionados pero sin dirección, confundiendo ardor con estrategia.

El vergonzoso episodio aún no ha sido superado pero reforzará el menosprecio que el estadounidense promedio le tiene al Congreso.

El presidente hará todo lo que pueda para asegurarse de que los republicanos sean considerados los autores de la intransigencia del órgano y de que sean debidamente culpados.