El partido Alternativa para Alemania puede llegar a dar una sorpresa el domingo. | Foto: BBC

Internacional

Los coloridos escenarios tras la elección

Es casi seguro que ningún partido gane suficientes escaños como para alcanzar la mayoría. Conozca las cuatro posibles coaliciones que podrían gobernar Alemania.

Alianza BBC
22 de septiembre de 2013

Es casi seguro que ningún partido gane suficientes bancadas en el parlamento alemán (Bundestag) como para alcanzar la mayoría en las elecciones de este domingo.

Quienquiera que sea que tenga que formar gobierno, tendrá que hacerlo en coalición con otro partido. Así ha sido con cada parlamento de la posguerra y nadie cree que esta vez sea diferente.

Actualmente, el gobierno está formado por el partido de centro-derecha Unión Demócrata Cristiana (CDU, por sus siglas en alemán) en coalición con el Partido Liberal Demócrata (FDP). Juntos, tienen 332 escaños en comparación con los 290 que tiene el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), el Partido Verde, y los descendientes del antiguo partido comunista, La Izquierda.

Los resultados de las elecciones del domingo plantean cuatro escenarios posibles.

Algo similar

Es posible que gane la coalición actual. En ese caso, el gobierno de Angela Merkel continúe su curso. Pero la nube en el horizonte para la canciller es la pérdida de popularidad del FDP desde la últimas elecciones en 2009. Según las encuestas de opinión previas a los comicios, el apoyo a este partido se ha mantenido en torno del 5%, en comparación con el 15% que promediaba cuatro años atrás.

Si el FDP no logra obtener el 5% de los votos, la ley estipula que no tendrá derecho a ninguna bancada en el parlamento. Si llega al 5%, pero obtiene menos puestos que los que tiene en la actualidad (93), es posible que no tenga el peso suficiente para hacer que la coalición actual se mantenga en el poder.

En cualquiera de los dos casos, la actual configuración negro-amarilla del gobierno está bajo amenaza.

Rojo - verde

Si la coalición actual falla, la mirada está puesta en la posibilidad de una coalición "rojo-verde", formada por el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y el Partido Verde. El líder de los Verdes descartó una coalición con la Unión Demócrata Cristiana (CDU) pero está dispuesto a formar gobierno con el SPD.

Ya lo ha hecho en el estado de Baden-Wuerttemberg. Y puede pasar a nivel nacional después del 22 de septiembre, aunque los sondeos preelectorales indican que no hay grandes posibilidades para que se forme.

¿Puede ayudar La Izquierda? Este es un partido que desciende de los comunistas, aunque ha evitado a los políticos de izquierda dura y se presenta como una partido democrático de izquierda (sus afiches publicitarios enfatizan que no están en favor de una revolución).

El problema es que el SPD, de centro-izquierda, descartó gobernar junto con La Izquierda. Quizá se trate de una cuestión preelectoral: el SPD podría perder más votos de los que obtendría si promete unirse a ellos después de las elecciones. Pero quizá, tras analizar fríamente los resultados esto pueda cambiar, aunque no es muy probable.

La gran coalición

Lo cual nos lleva a pensar en la Gran Coalición (una "coalición rojo-negra", entre el SPD y la CDU).

La combinación rojo-negro fue la que quedó al frente del gobierno tras las elecciones de 2005.

De hecho, Peer Steinbrueck, el actual contendiente al puesto de canciller por el SPD, fue ministro de Economía de la canciller Merkel en dicho gobierno.

Esta vez, Steinbrueck ha dicho que no participará en una Gran Coalición como aquella. Sin embargo, su partido no lo ha descartado, con lo cual sigue siendo una posibilidad, aunque sin él.

Escenario problemático

Un problema surge entre todos los escenarios. Se trata de la Alternativa para Alemania.

El único partido abiertamente antieuropeo ha sido ignorado por los principales medios alemanes, pero se cree que los sondeos le han restado importancia al apoyo que tiene entre los votantes, y puede que obtenga al menos 5% de los votos, y por ende bancadas parlamentarias. Esto sería un sacudón para la arena política alemana.

Si gana bancadas en el parlamento, su aliado más probable sería la CDU (de donde vienen muchos de sus miembros) pero no serían aliados fáciles, ya que la Alternativa para Alemania es más severa cuando se trata de rescates financieros en Europa, por ejemplo.

Ambos partidos están en completo desacuerdo en un tema central respecto a política exterior y economía. Alternativa quiere acabar con el euro mientras que la CDU apuesta por él.

Pero si Alternativa gana suficientes escaños, por primera vez, una voz escéptica obtendría una plataforma grande -y un voto- en los debates sobre Europa.