Los candidatos a la presidencia de Perú Keiko Fujimori y Ollanta Humala se saludan tras participar en el debate presidencial en Lima, previo a las elecciones presidenciales del 5 de junio.

Perú

Elecciones dominadas por el miedo y la incertidumbre

Un país está en ascuas. Miedo, incertidumbre, tensión. Sensaciones extremas dominan a los peruanos estos días. La de este domingo probablemente sea la elección más extraña y crucial en la historia reciente del país.

5 de junio de 2011

Perú vota, polarizado política y mediáticamente, en una segunda vuelta entre Keiko Fujimori y Ollanta Humala que genera enorme expectativa.

La hija del expresidente Alberto Fujimori, condenado a 25 años de prisión por violaciones a los derechos humanos, y el exmilitar nacionalista llegan al balotaje en condición de empate técnico según las encuestas, lo que hace impredecible aventurar un resultado. Mientras, un 10% del electorado se declaraba indeciso, de acuerdo a los últimos sondeos.

Las autoridades electorales pidieron a las firmas encuestadoras prudencia al momento de divulgar sus encuestas a boca de urna cuando cierren los centros de votación.

El final
Con la elección queda atrás una campaña donde reinó la polarización, el miedo y la incertidumbre. Los candidatos y sus equipos, cuestionan analistas, se dedicaron más a atacar a sus rivales -y luego a defenderse de los embates- que a proponer.

Rechazo: esa ha sido una de las palabras más repetidas en los últimos meses, en los que para muchos se alcanzaron niveles históricos de agresividad.

Los peruanos se pusieron al límite, al punto que muchos votarán este domingo simplemente por el que consideran "menos malo".

Se forzaron a elegir entre dos candidatos que generan tal desconfianza y cuentan con escasa credibilidad en amplios sectores de la población, que nadie está seguro de qué puede pasar a partir del 28 de julio, cuando Fujimori o Humala asuman el cargo.

Dudas
De la candidata de Fuerza 2011, de 36 años, congresista y exprimera dama, el electorado tiene dudas por su polémico entorno y el rol que tendría Alberto Fujimori en caso de ganar. Ella los defiende, y los califica de "intachables", e insiste en que no indultará a su padre y que respetará las instituciones. Aunque en las últimas semanas marcó alguna distancia con el gobierno de su padre, apenas dos meses atrás lo había calificado como "el mejor de la historia del país". Fujimori promete continuismo en el aspecto económico -lo que da tranquilidad al mercado y a los inversionistas- pero atacando la pobreza, que afecta a un tercio de la población.

A Humala, en tanto, se le critican los cambios que algunos temen podría introducir al modelo económico, intocable para quienes lo consideran el eje del sostenido crecimiento que ha tenido el país. El candidato tuvo que moderar el discurso, además de introducir nuevas -y suavizadas- propuestas de gobierno, lo que da pie para que sus críticos duden sobre sus verdaderas intenciones.

Humala, un exmilitar de 48 años quien llevó adelante un levantamiento contra el régimen fujimorista, asegura que su programa de gobierno promueve el crecimiento y la inclusión social.

A la espera
Todos estarán atentos. Por no decir, en cierta forma, paralizados, a la espera de las primeras movidas del futuro gobernante. Así ha estado parte del sector empresarial desde que el 10 de abril se supo que el ganador en junio estaría entre Humala y Fujimori.

Se estima que el 30% de las compañías ya tomaron medidas tras la primera vuelta.

"Estrés colectivo, temor, pánico": esas son algunas de las expresiones recogidas en un sondeo de AB Inac, una firma dedicada a la búsqueda y selección de ejecutivos, realizado semanas atrás a más de 100 gerentes de compañías peruanas y extranjeras con operaciones en el país.

El 70% de los consultados dijo que su compañía tiene previsto adoptar medidas preventivas en caso de que Humala sea elegido; el 8% lo hará si la presidenta es Fujimori.

Por "medidas preventivas" se entienden acciones que van desde la reducción de personal y/o la reducción de costos, pasando por la congelación de contrataciones o la revisión del plan estratégico de la compañía. "Cualquier cambio violento en el modelo económico o dudas fuertes sobre la estabilidad jurídica hará a muchos empresarios replantear el plan estratégico de los siguientes años", le dice a BBC Mundo Víctor Vignale, socio de AB-Inac. "Confusión y falta de visibilidad -ése, dice Vignale, es el sentir del empresariado-. A pesar de que más del 30 % de las empresas con las que hemos conversado no piensa variar sus planes al margen del candidato que salga, existe un 70% que sí lo haría en una eventual victoria de Humala".

No todos comparten esos temores.

Ante las dudas iniciales de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), por los planes del exmilitar, su presidente, Humberto Speziani, luego terminó reconociendo que Humala había mejorado su mensaje y que eso daba tranquilidad.

"Todo va a permanecer casi igual. Hacía tres meses el temor por Humala era absoluto, hace dos meses seguía siendo fuerte y ahora es cada vez menor", asegura Waldo Mendoza, jefe del departamento de Economía de la Universidad Católica de Perú, quien afirma que el candidato de Gana Perú no cambiaría la esencia del modelo económico.