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Estados Unidos sale a las urnas en decisiva jornada para la era Trump

Están en juego el total de 435 bancas de la Cámara de Representantes y 35 de las 100 bancas del Senado, además de casi 40 gobernaciones y la relación de fuerzas en casi todas las legislaturas estatales.

6 de noviembre de 2018

El día del juicio final de la política estadounidense ha llegado. Los votantes decidirán este martes quién ha ganado el debate de US$25.000 millones entre la política de tierra arrasada del presidente Donald Trump y la campaña furibunda de los demócratas para poner fin al monopolio republicano en Washington y en gobernaciones a lo ancho del país.

Hay indicios de que una llamada “ola azul” ayudaría a los demócratas a ganar la mayoría en al menos una de las cámaras del Congreso. Pero dos años después de una elección que dio un mentís a todas las encuestas y pronósticos, nada es seguro en vísperas de la primera elección de la era de Trump.

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“No creo que haya un demócrata en este país que no sienta alguna angustia desde la profunda decepción de 2016”, dijo Stephanie Schriock, presidente de la organización Emily‘s List, que gastó casi 60 millones de dólares para apoyar a mujeres demócratas durante la campaña. “Todo importa y todo está en juego”, añadió.

Están en juego el total de 435 bancas de la Cámara de Representantes y 35 de las 100 bancas del Senado, además de casi 40 gobernaciones y la relación de fuerzas en casi todas las legislaturas estatales.

Aunque él mismo no es candidato, Trump ha reconocido que las elecciones de mitad de mandato representan ante todo un referendo sobre su presidencia.

Si los demócratas ganan la mayoría en la cámara baja, que estrategas de ambos partidos coinciden en que es probable, podrían descarrilar los planes legislativos de Trump durante los próximos dos años. Más importante aún, quizás, es que tendrían poder legal para investigar los muchos deslices personales y profesionales del presidente.

Las elecciones del martes también pondrán a prueba la fuerza de una realineación de la era de Trump definida por la evolución de las divisiones por raza, género y sobre todo nivel educativo.

La coalición republicana que llevó al poder a Trump es cada vez más vieja, blanca, masculina y con menos probabilidades de tener título universitario. Los demócratas se apoyan más en las mujeres, las personas de color, los jóvenes y los graduados universitarios.

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La realineación política, si es que existe, podría fijar un nuevo rumbo en la política estadounidense durante toda una generación.

En campaña

Reviviendo la frenética campaña de los últimos días de su contienda de 2016, Trump recorrió el domingo zonas rurales del país con eventos en Ohio, Indiana y Missouri, para regresar a la Casa Blanca bien pasada la medianoche. 

El presidente afirmó que, si ganan los demócratas, intentarán dar marcha atrás a todo lo que ha intentado lograr durante sus primeros dos años en la presidencia. “Todo es muy frágil”, dijo. 

Por otro lado, con cajas de donas, el expresidente Barack Obama y el senador de Virginia Tim Kaine hicieron una visita sorpresiva a la oficina de campaña de Fairfax, Virginia, para reunirse con voluntarios que trabajan para aumentar la participación de los votantes.

Obama, todavía ronco por el trabajo de varios días en campaña, les dijo a los voluntarios que temas como atención médica y las oportunidades para familias trabajadoras “están en la boleta”, junto con el carácter del país. “Lo que somos está en esta boleta”, declaró.

“Van a salir y se van a asegurar que la gente vote para comenzar a mejorar las cosas”, dijo Obama. “Y cuando lo hagan, entonces el espíritu de Estados Unidos va a brillar. ¿De acuerdo? Pongámonos a trabajar”.

Los demócratas en el Congreso estaban posicionados para ganar 23 asientos en la Cámara de Representantes en su intento de recuperar el control de la cámara baja y servir como garita para las políticas de Trump. El reto del partido era mucho más complicado en el Senado, en donde los republicanos tienen una ligera mayoría de 51 a 49, pero los demócratas deben defender 10 escaños en estados ganados por el presidente hace dos años.

Ambos partidos también disputan varias gubernaturas cruciales, como las de Wisconsin, Ohio, Iowa y Michigan. Mientras tanto, Florida y Georgia podrían hacer historia al elegir a sus primeros gobernadores negros; y, en los días finales, importantes demócratas, como Barack Obama, dieron discursos especiales para Andrew Gillum en Florida y Stacey Abrams en Georgia.

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