Internacional

El tsunami económico preocupa al mundo

Los mercados bursátiles reflejan este miércoles la incertidumbre que reina sobre la economía mundial luego de la tragedia en Japón, tercera economía mundial.

16 de marzo de 2011

Las bolsas rebotaron en todo el planeta luego de la fuerte caída experimentada el lunes y martes.

En su blog el premio Nobel de economía Paul Krugman se muestra "aterrorizado por las muertes y nervioso por los posibles trastornos en la producción mundial" mientras que otros economistas observan que la tragedia se añade la desaceleración china, los problemas de la eurozona y el lastre financiero del estallido de 2008.

¿Será esta crisis en Japón el golpe definitivo a una delicada economía global?

En diálogo con BBC Mundo, Kil Dosanjh, especialista en Asia del Economist Intelligence Unit (EIU), señaló que el factor nuclear será fundamental. "Mientras haya incertidumbre a este nivel, los mercados permanecerán nerviosos. Si no hay un serio problema de radiación nuclear - y por el momento no parece haberlo - en unas semanas debería retornar la normalidad", señaló.

Laberintos de la producción
Si la crisis financiera de 2007-2008, mostró los peligros de un mundo interconectado que podía derrumbarse como un castillo de naipes, la tragedia en Japón muestra los riesgos de una cadena productiva global. 

A pesar de que ha sido superado por China como segunda economía mundial, Japón sigue siendo esencial para ciertos mercados como el electrónico y el automotriz. Japón produce un 30% de las tarjetas de memoria (que se usan en cámaras electrónicas y teléfonos inteligentes) y cerca del 15% de la Memoria Ram (computadoras).

Todo forma parte de una cadena.

Un producto como el Iphone involucra a nueve compañías situadas en seis países: China, Corea del Sur, Japón, Taiwán, Alemania y Estados Unidos.

La subeditora del Financial Times, Gillian Tett, señala en un artículo este miércoles que el impacto es difícil de medir. "Uno de los problemas es que todavía nadie parece entender bien las dificultades que pueden surgir del eslabonamiento de estas cadenas productivas. Por ahora se piensa que el impacto será limitado, pero si el cierre de las fábricas se extiende mucho tiempo, el daño puede diseminarse", señala Tett.

Laberintos financieros
El Banco Central de Japón ya ha anunciado una inyección de US$700.000 millones para reactivar su economía y mantener el sistema crediticio a flote. Japón tiene una deuda equivalente al 200% de su PIB en el marco de un mundo agobiado por la deuda soberana en los países desarrollados. Pero, además, es el segundo tenedor de bonos estadounidenses por un valor de US$900.000 millones.

Si financia su reconstrucción con estos bonos, impactaría su valor, complicándole a EE.UU. el financiamiento de su gigantesco déficit.

Según, Kil Dosanjh, el gobierno nipón, que ha sugerido que usará sus reservas, no echará mano a los bonos. "Esto tendría un efecto desestabilizador. Creo que el gobierno usará otro tipo de reservas a su disposición. Una cosa a favor es que la deuda japonesa no es con extranjeros sino con inversores locales. De manera que no ejercerá una fuerte presión en los mercados internacionales.", señaló a BBC Mundo Dosanjh.

El túnel y la luz
La zona más dinámica del planeta, Asia, es el destino de un 58% de las exportaciones japoneses y origen de un 61% de sus importaciones. A corto plazo, sin embargo, la crisis puede tener algunos aspectos positivos para muchos países, incluidos los asiáticos.

Japón es un fuerte importador de petróleo y materias primas.

Con el repliegue de la demanda nipona, el precio del crudo y el de algunas materias primas registró un claro retroceso.

La presión inflacionaria global disminuirá gracias a esto, aligerando el riesgo de un incremento de la tasa de interés para la zona euro y el Reino Unido. La reconstrucción misma dinamizará sectores a nivel mundial y local. La demanda de cemento y acero se incrementará y el sector de la construcción podría liderar una recuperación económica japonesa. Los optimistas recuerdan que en el terremoto de Kobe en 1995 la economía se recuperó rápidamente. Como muchas otras cosas hoy, todo dependerá del enigma nuclear.