Científicos desarrollan una nube a control remoto para bajar la temperatura de los estadios durante el Mundial de 2022.

Clima

El 2011 es el décimo año más cálido que vive la tierra desde 1850

Las temperaturas de la Tierra en 2011 son actualmente las décimas más altas registradas desde que empezaron a hacerse esas mediciones en 1850, según un informe publicado hoy por la Organización Mundial de Meteorología (OMM).

30 de noviembre de 2011

Esa es una de las conclusiones más destacadas de la versión preliminar de la Declaración Anual de la OMM sobre el Estado del Clima Mundial, que se presentó hoy en la XVII Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP17) en la ciudad sudafricana de Durban.

"Nuestros datos científicos son sólidos y demuestran inequívocamente que el mundo se está calentando y que este aumento de temperatura es atribuible a las actividades humanas", señaló en un comunicado el secretario general de la OMM, Michel Jarraud.

Según el cálculo provisional de la OMM, durante 2011 (entre enero y octubre) la temperatura del aire en la superficie de la Tierra y del mar se situó en unos 0,41 grados centígrados por encima del promedio anual del período 1961-1990.

"Éste es, pues, el décimo año más cálido desde que comenzaron los registros en 1850", subraya el documento.

Además, el periodo 2002-2011 iguala al de 2001-2010 como la década más cálida hasta la fecha, con 0,46 grados centígrados de incremento de temperatura.

Igualmente, el informe indica que 2011 se está revelando como el más cálido durante el fenómeno meteorológico de La Niña, fase fría del ciclo natural global del clima denominado El Niño-Oscilación del Sur (ENSO), cuya fase cálida es El Niño.

Este año, el clima mundial estuvo muy influenciado por una manifestación intensa de La Niña, originada en el Pacífico tropical en el segundo semestre de 2010, que suele acarrear un enfriamiento de entre 0,10 y 0,15 grados centígrados.

Esa Niña, una de las más potentes de los últimos 60 años, está asociada a las sequías sufridas en África oriental, en las islas del Pacífico ecuatorial central y en el sur de EEUU, y a las crecidas sobrevenidas en el sur de África, Australia oriental y sur de Asia.

Otra realidad reflejada en el informe es que, debido al calor, "la extensión del Mar Ártico fue en 2011 la segunda más pequeña registrada, con el volumen más bajo en términos absolutos".

Con estas cifras en la mano, el subsecretario general de la OMM, Jeremiah Lengoasa, dijo hoy en Durban, durante la presentación del informe que "el cambio climático es real" y que "las temperaturas seguirán subiendo".

Lengoasa precisó que "los 13 años más cálidos han tenido lugar, sin excepciones, durante los 15 años transcurridos desde 1997".

Por su parte, Jarraud remarcó que "la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera ha alcanzado nuevos máximos".

Esa concentración -continuó- "se está acercando muy rápidamente a unos niveles que podrían reflejar un aumento de 2 a 2,4 grados centígrados en la temperatura media mundial, que, según los científicos, podría desencadenar cambios irreversibles y de amplio alcance en nuestro planeta, así como en nuestra biosfera y océanos".

De la subida de la temperatura no se libró ninguna zona del planeta, entre las que sobresalió la fría Rusia, que registró un aumento de 4 grados centígrados por encima de la media.

Según el informe, el calor también pegó con fuerza en América Central, que "lleva camino de tener el año más cálido en al menos 140 años", mientras "España también ha tenido su periodo enero-octubre más cálido registrado".

Asimismo, las inundaciones azotaron a numerosas zonas del mundo en 2011, como en Brasil, donde las riadas causaron el pasado enero en Río de Janeiro al menos 900 muertos en "uno de los peores desastres naturales de la historia" del país, de acuerdo con la OMM.

La versión final del informe, referido únicamente a los primeros diez meses de 2011, se publicará el próximo marzo, una vez se conozca la evolución de la temperatura en noviembre y diciembre de este año.

El estudio de la Organización Mundial de Meteorología se basa en datos procedentes de redes de estaciones meteorológicas y climáticas terrestres, así como de barcos, boyas y satélites. EFE