Presidente de la cámara de Representantes de EE.UU., John Boehner. | Foto: Afp

Política Internacional

EE.UU: nuevos congresistas, viejas divisiones

La dura realidad es que el gobierno está amargamente dividido y se avecinan fuertes disputas sobre cómo asegurar que el país pueda seguir pagando sus cuentas.

5 de enero de 2013

Decenas de nuevos legisladores decididos a cambiar Washington llegaron el jueves al Congreso.

En una señal de cierta diversidad, la nueva Cámara de Representantes tendrá 33 hispanos: 25 demócratas y ocho republicanos. Eso representa un ligero aumento con respecto al año pasado.

El Senado tendrá tres hispanos: el senador demócrata Bob Menéndez, de Nueva Jersey; el senador republicano Marco Rubio, de Florida; y uno de los nuevos miembros, el republicano Ted Cruz, de Texas.

Habrá 20 mujeres en la cámara alta de 100 miembros, el mayor número de la historia.

Hay 12 senadores recién elegidos: ocho demócratas, tres republicanos y un independiente, el ex gobernador de Maine Angus King, quién se alineará con los demócratas.

El líder republicano en el Congreso mantuvo su cargo por escaso margen, a pesar de las recientes discusiones con miembros de su propio partido por asuntos fiscales.

La Legislatura saliente, que fue criticada como la menos productiva en más de 60 años, se tambaleó hasta el final al aprobar esta semana un acuerdo limitado para evitar lo peor del llamado "precipicio fiscal", un conjunto de grandes aumentos de impuestos y recortes al gasto público.

Después de estar cerca de una rebelión de parte de los conservadores que se oponen a los impuestos en la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, la noche del martes se aprobó un acuerdo para aumentar los impuestos sobre los estadounidenses más ricos mientras se protege a la clase media y los más pobres. El presidente Barack Obama firmó la ley en la mañana del jueves.

El nueva Legislatura, se enfrenta ahora a batallas similares sobre el aumento del límite de endeudamiento y los recortes de gastos en programas militares y nacionales, que el acuerdo de esta semana retrasó sólo por dos meses.

Sólo el Congreso tiene el poder de elevar el límite de deuda. Obama dijo esta semana que no va a negociar el tema, a pesar de que los republicanos desean más recortes de gastos que los demócratas.

El nuevo Congreso tiene el mismo equilibrio de poder que el saliente: los demócratas controlan el Senado y los republicanos la Cámara de Representantes.

El republicano John Boehner recibió suficientes votos de miembros de la Cámara para permanecer como presidente, incluso después de que los miembros de su partido lo criticaron el miércoles por aplazar una votación sobre un paquete de ayuda de 60.000 millones de dólares para los habitantes de Nueva York y Nueva Jersey, duramente golpeados por la supertormenta Sandy hace dos meses. Boehner controló la animosidad con la promesa de votar sobre algunas de estas ayudas el viernes, y de una nueva votación sobre el resto para el 15 de enero.

A pesar de todos los cambios del nuevo Congreso, los nuevos jefes son los mismos de antes.

El presidente Obama aseguró un segundo mandato en las elecciones de noviembre, y los demócratas aumentaron su control en el Senado con una ventaja de 55 escaños contra 45 de sus rivales, lo que asegura que el senador Harry Reid permanecerá como líder de la cámara.

Los republicanos, por su parte, mantienen su mayoría en la Cámara de Representantes, pero tendrán una ventaja menor de 234-199.

AP