Rusia la ve negra de cara al futuro

La caída del precio del petróleo a mínimos de más de cinco años en las últimas semanas (debajo de US$60 por barril) ha sido un duro golpe para la economía de Rusia si se considera que su industria de hidrocarburos contribuye con más de la mitad del presupuesto federal y con 2/3 de las exportaciones.

El desplome del precio del petróleo ha generado mayores presiones depreciatorias del rublo frente al dólar (81.4% corrido del año). El 15 de diciembre la moneda rusa llegó a perder más de 10% de su valor, obligando al Banco Central a vender casi US$2 mil millones de sus reservas.

Esta depreciación del rublo y las restricciones del gobierno para importar alimentos de EEUU, Europa y otros países (ante su falta de apoyo en el conflicto con Ucrania) han encarecido las importaciones, lo que ha generado un aumento sostenido de la inflación (9.1% año a año en noviembre de 2014).

Este entorno motivó que el 16 de diciembre el Banco Central anuncie un considerable aumento de su tasa de referencia de 10.5% a 17% (9.5% en octubre de 2014). Sin embargo, esto no fue suficiente para revertir la depreciación del rublo en la semana siguiente, que fue de 1.5%.

La economía rusa sólo ha logrado crecer a tasas menores a 1% durante el año, con lo que todo apunta a que podría ingresar en recesión en 2015.

Durante esa semana el rublo cerró en 59.13 por dólar, con una depreciación de 1.5%. El martes 16 de diciembre el US$RUB llegó a tocar su nivel máximo histórico al cotizarse en 67.91 (en un añode profunda crisis como 1998, alcanzó un pico de 21.98).

Al 21 de diciembre, la moneda rusa ha perdido casi 80% de su valor frente al dólar. Las fuertes presiones depreciatorias sobre el rublo durante la semana se explicaron por el desplome del precio del petróleo, que se situó en mínimos de más de cinco años (debajo de US$60 por barril).