La mayor desconfianza entre China y Estados Unidos podría acelerar una nueva guerra fría. | Foto: iStock

DIVISAS

¿Está el dólar amenazado por el coronavirus?

El coronavirus cambiará la economía global y con ella el balance de poder de las principales divisas. ¿Cómo le irá al dólar?

21 de mayo de 2020

En enero pasado, la imagen de China era la de un país abatido a causa del brote de coronavirus, el cual amenazaba con un retroceso en su desarrollo económico y social. Casi cinco meses después, el 8 de mayo, ese lugar lo tomó su contraparte, Estados Unidos, con más de 1,3 millones de personas contagiadas y cerca de 80.000 fallecidos, frente a 83.000 casos en el gigante asiático y menos de 5.000 muertos.

Las dos mayores potencias globales le han dado un manejo muy distinto a la pandemia y esa diferencia es la que ha llevado a muchos expertos a pronosticar que la era postcovid viene con un nuevo orden mundial, que no solo rebalanceará las cargas de poder entre occidente y oriente, sino que también tendría impactos en los mercados financieros y de divisas.

Guillermo Valencia, analista económico con énfasis internacional y CEO de Macrowise, considera que 2020 será un año definitivo para la historia de la humanidad, así como lo fue 1989. “La caída del muro de Berlín marcó el inicio de la globalización y la covid-19 le pondrá fin a esa era, al tiempo que abrirá las puertas de un mundo multipolar, que implica un cambio en las cadenas de valor”, asegura. La prueba está en la decisión del multimillonario inversionista Warren Buffett de salir de todas sus acciones de aerolíneas, con el argumento de que tras la pandemia el mundo cambió y el sector de la aviación ya no es negocio, dice.

A esto se suma una mayor desconfianza entre Estados Unidos y China, lo que potencialmente puede acelerar una nueva guerra fría, en la que ya no solo importan la influencia política y el poderío militar, sino el dominio del mundo de las cosas y de los bits. Allí la infraestructura 5G de internet será clave en esa nueva confrontación geopolítica.

Un análisis de Foreing Policy sostiene que, si bien China tiene menos capacidad militar que Estados Unidos, su meta no sería imponer su modelo económico semicapitalista y semicomunista, sino mostrarse como un país más abierto y moderno para controlar a su propia clase media.

“Desde ese punto de vista, Estados Unidos se hace daño al traicionar los ideales que ha defendido durante mucho tiempo, pues se convirtió en una superpotencia, no solo con bombas atómicas y el poder del dólar, sino también a través de su ‘poder blando‘, es decir, la promesa de libertad, la brillantez de sus universidades y, con frecuencia, el carácter y el carisma de su presidente. Hoy ese puesto lo ocupa Donald Trump, pero a diferencia de China, Estados Unidos pronto tendrá la opción de quedarse con él o reemplazarlo”, dice la revista.

Impacto en emergentes

Bajo el nuevo orden mundial, el dólar podría perder algo de su protagonismo como moneda de reserva y el problema será para países que, como Colombia, no tienen una divisa lo suficientemente dura y están atados al dólar.

Eso llevaría a un mayor endeudamiento de los emergentes y a un creciente déficit de cuenta corriente, lo que va contra la fortaleza de sus monedas, hoy ya de por sí debilitada.

“Es posible que, si a los emergentes se les complica el financiamiento externo, China aparezca para ayudar, dándole relevancia a su moneda”, precisa Valencia.

Por su parte, Aurelio García Miró, director sénior para América Latina de la consultora Conway MacKenzie, considera que es muy difícil pronosticar lo que va a pasar con el dólar, pues todo dependerá de la capacidad con que la economía de Estados Unidos pueda recuperar su tracción.

El millonario paquete de ayudas puede generar presiones inflacionarias y una abundancia de billetes verdes que les podría hacer perder valor relativo frente a otras monedas.

“El problema es que para países como los latinoamericanos, que dependen del dólar y de los precios de las materias primas, el panorama no se ve claro, pues no es fácil que se desliguen del dólar e incluso para los mismos chinos tampoco es bueno, pues ellos son los mayores tenedores de deuda estadounidense. Además, en el corto plazo, China no tiene la capacidad de fondeo global para desplazar el dólar”, aclara.

En eso coincide Dave Lafferty, estratega jefe de mercados de Natixis Investment Managers. En su opinión, es casi seguro que la pandemia impulsará cierta desglobalización y una caída del comercio transfronterizo basado en el dólar, lo que generaría un efecto menor sobre la divisa estadounidense. En cambio, los préstamos y las deudas en dólares seguirán aumentando, por lo que la demanda de liquidez en dólares seguirá siendo increíblemente fuerte. Como prueba de la demanda mundial de dólares, la Reserva Federal ha abierto o restablecido líneas de intercambio de divisas con casi todos los bancos centrales del mundo. En estos tiempos de incertidumbre, el dólar se ratifica como un activo refugio.

“Después de la pandemia seguirá sin haber una moneda que pueda desafiar seriamente la hegemonía del dólar. El escepticismo sobre China y el renminbi crecerá tras el brote, mientras que el euro, la libra esterlina y el yen japonés tendrán grandes obstáculos estructurales. El dólar seguirá siendo el rey en el futuro”, subraya Lafferty.

Estas perspectivas dan para pensar que el dólar se va a mantener fuerte contra las monedas emergentes y que en Colombia seguirá rondando alrededor de los $4.000. Pero también será un hecho que cada vez más los billetes con la cara de George Washington van a enfrentar a un rival fuerte: los que tienen la imagen de Mao Zedong.

¿Y las criptomonedas?

Dado que el impacto global de la covid-19 ha sido el de destruir los modelos económicos tradicionales, uno de los activos que se abren campo son las criptomonedas, que al ser fáciles de emitir podrían convertirse en alternativa para los bancos centrales. “Hoy las divisas digitales tienen sentido y, por lo tanto, más que nunca se vuelven una amenaza tangible para el sistema financiero global y para los bancos centrales, que están intentando definir las mejores medidas de política”, dice Aurelio García Miró, ejecutivo de Conway MacKenzie, al tiempo que advierte que el sistema financiero tal como lo conocemos es “too big to fail”, así que se hará lo necesario para protegerlo, lo que implica una gran barrera para las criptomonedas. Sin embargo, en el último mes el bitcoin, la moneda virtual más representativa, regresó a un valor por encima de US$10.000, ante la expectativa de que podría servir para contener una posible inflación ante los millonarios paquetes de alivios fiscales.