Detroit se declaró en bancarrota el jueves, estableciendo el escenario para una costosa batalla legal con acreedores. | Foto: Ap

Economía

Detroit no puede esperar por ayuda

La ciudad automotriz debe salir sola del agujero que creó y no puede esperar a ver si el gobierno federal irá en su rescate.

21 de julio de 2013

Kevyn Orr, encargado de guiar a la colapsada ciudad automotriz para salir de la mayor bancarrota municipal en la historia de Estados Unidos, dijo que cualquier ayuda de afuera sería "grandiosa", pero que no cuenta con ello.

"La esperanza no es una estrategia, desde mi perspectiva. No puedo planear sobre qué podría o no pasar o qué ayuda podría o no llegar", comentó Orr a "Fox News Sunday".

"No esperamos que la caballería venga galopando. Tenemos que arreglarlo porque nosotros cavamos el agujero", agregó.

Detroit se declaró en bancarrota el jueves, estableciendo el escenario para una costosa batalla legal con acreedores y abriendo un nuevo capítulo en la larga lucha por reactivar a la cuna de la industria automotriz de Estados Unidos.

Si es aprobada por un juez federal, la bancarrota forzaría a los miles de acreedores de Detroit a entrar en negociaciones con Orr para resolver una deuda estimada de 18.500 millones de dólares.

El alcalde de Detroit, Dave Bing, dijo que estaba conversando con funcionarios en Washington respecto a qué podrían hacer para ayudar.

"No estoy exactamente seguro sobre qué pedir. Quiero decir, el dinero va a ayudar, no hay duda de ello, ¿pero cuánto?", declaró Bing en el programa "This Week" de ABC.

El alcalde no ha tenido autoridad ejecutiva desde la designación de Orr como administrador de emergencia en marzo pasado.

El gobernador de Michigan, Rick Snyder, dijo al programa "Face the Nation" de CBS que los problemas de la ciudad se habían gestado durante 60 años y que no veía posibilidades de un rescate estatal o federal.

Después del colapso económico del 2008, Washington inyectó miles de millones de dólares en las automotrices General Motors Co y Chrysler como el primer paso a un rápido proceso de bancarrota. Pero el Gobierno federal no ha hecho promesas esta vez. El vicepresidente Joe Biden dijo el viernes que no está claro si Washington podría ayudar.

Steven Rattner, quien lideró la reestructuración de la industria automotriz en el 2009, dijo que sería un error para Michigan y el Gobierno federal no entregar fondos para la ciudad.

"Estados Unidos es tanto sobre ayudar a los menos afortunados como sobre responsabilidad personal. El Gobierno hace esto de tantas maneras; ¿por qué no debería ayudar a Detroit a reconstruirse?", escribió Rattner en un artículo de opinión publicado el viernes en el periódico New York Times.

La bancarrota llevó a los inversores a abandonar los bonos municipales de la ciudad el viernes, pero Orr desvió las críticas de que será difícil para los inversores volver a prestar dinero a la ciudad.

"La realidad es que van a ver la calificación crediticia de una ciudad rehabilitada. Y si esa ciudad es capaz, van a hacer decisiones racionales porque son instituciones financieras", declaró Orr en el programa de Fox. "Después de algún tiempo (...) estaremos de vuelta en el negocio", agregó.