Crisis petrolera complica desmantelamiento de las viejas plataformas. | Foto: Getty Images

PETRÓLEO

Crisis petrolera complica desmantelamiento de las viejas plataformas

La caída del precio del barril está obligando a petroleras a recortar gastos y podría poner en peligro el desmantelamiento previsto de viejas plataformas petroleras —sobre todo, en el mar del Norte—, pese a los riesgos que suponen para el medio ambiente.

8 de julio de 2020

Los activistas de Greenpeace alertaron en 2019 de la contaminación marina que provocan estas instalaciones abandonadas y oxidadas en el mar desde hace más de 50 años, y en cuyos depósitos todavía hay petróleo. 

Desde entonces, la pandemia del coronavirus hundió el precio del petróleo y, en consecuencia, los ingresos de grandes petroleras, como Total, Royal Dutch Shell o BP, que están haciendo grandes recortes de gastos. 

Y los gastos del desmantelamiento "no están entre sus prioridades", dijo a la AFP Sonya Boodoo, analista de Rystad Energy. 

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Según la asociación profesional Oil and Gas UK, estaba previsto un presupuesto anual de 1.500 millones de libras (US$1.880 millones) para desinstalar y reciclar las viejas infraestructuras en el Reino Unido. 

Pero ahora ese presupuesto de antes de la pandemia del coronavirus debería reducirse en un 10%, según Sonya Boodoo. 

"Numerosas plataformas británicas fueron construidas en los años setenta", recuerda en una nota Romana Adamcikova, analista de Wood Mackenzie, "en un momento en que el fin de su uso no estaba previsto en su concepción". 

Derogaciones 

En su primer informe anual publicado antes de la crisisOil and Gas UK identificó 1.630 pozos que hay que desmantelar en la próxima década en aguas británicas, lo que supone una cada dos días y el equivalente de 1,2 millones de toneladas de hormigón y acero que hay que retirar. 

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El Reino Unido es el país más afectado por esta cuestión en los próximos diez años, según Wood Mackenzie. 

Las estructuras de la superficie se desmantelan sistemáticamente, pero se mantienen las que hay en el fondo del mar. 

La Convención sobre la Protección del Medio Marino del Atlántico Nordeste (llamada Ospar) de 1998 permite varios tipos de derogaciones. 

Pueden beneficiarse de esta derogación las estructuras muy grandes, porque son demasiado pesadas para sacarlas del agua. Es el caso de las instalaciones de acero de más de 10.000 toneladas o de los enormes depósitos de acero. 

El desmantelamiento del campo petrolero de Brent simbólico porque lleva el nombre de un petróleo de referencia—, situado al noreste de la isla Shetland, en Escocia, es motivo de discordia entre los países miembros de la Ospar. 

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Tras casi cincuenta años de actividad —el campo fue descubierto en 1971 y explotado a partir de 1976—, Shell quiere abandonar en el mar elementos de la estructura de cuatro plataformas muertas, así como 640.000 metros cúbicos de agua y 40.000 metros cúbicos de sedimentos que contienen unas 11.000 toneladas de petróleo. 

Los activistas de Greenpeace, con pancartas que rezaban "Shell, limpia detrás tuyo", asaltaron dos de estas plataformas en octubre, una acción condenada por la justicia. 

La Ospar pidió, sin embargo, a Shell que revise su política e incluya al menos una fase de limpieza. "Seguimos esperando", dice a la AFP David Santillo, un científico de los laboratorios de Greenpeace en la Universidad de Exeter. 

"En los últimos tiempos hay presiones para relajar las reglas", sobre todo, por parte del Reino Unido, asegura. 

AFP