VENEZUELA

¿Cuánta hambre hay realmente en la Venezuela de la "emergencia alimentaria"?

Luego de recitar un rosario y entonar dos evangelios, los niños de una escuela en Las Lomas, un pueblo rural a las afueras de Caracas, hacen fila para entrar al comedor, donde cada uno recibirá el que puede ser el único plato que comerá en el día.

Alianza BBC
25 de abril de 2016

"Son chamos de familias desestructuradas, que viven en casas de barro, que si no es acá no tienen dónde comer", dice Ana María González, la hermana que preside este autosustentable centro de asistencia vinculado a la fundación internacional cristiana Fe y Alegría.

El plato de metal que los niños abordan con ansias tiene una gran porción de pasta con salsa de tomate, una tajada de plátano maduro y tres cuadraditos de carne.

"Antes podíamos darles granos y carnes o pollo todos los días, pero ahora se reduce a uno o dos días por semana", asegura González, mientras los niños comen en silencio.

Su testimonio parece repetirse a lo largo del país: los venezolanos –y entre ellos la población más vulnerable, los niños– están comiendo menos y en menor calidad.

Las encuestadoras lo reportaron recientemente: Datos encontró que 90% dice comprar menos alimentos, Venebarómetro estima que 31% asegura comer menos de tres veces al día y Encovi halló que 15% considera su alimentación monótona o deficiente.

Los datos oficiales sobre alimentación no se publican desde 2013, cuando la crisis económica apenas arrancaba: en ese momento el Instituto Nacional de Estadística reportó que el hambre –medida por consumo de calorías– afectaba a un 5% de los venezolanos.

Tres años después, muchos venezolanos creen que acá se vive una emergencia alimentaria, que hace un mes fue decretada por la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, en busca de solucionar la escasez, la inflación y la recesión que golpearon el plato de comida.

El presidente, Nicolás Maduro, niega que haya dicha crisis, que considera más una guerra económica de especuladores y contrabandistas para sabotear su gobierno.

"En Venezuela no hay hambre, pasamos un momento difícil pero el pueblo tiene acceso a sus bienes", dijo el mandatario hace una semana.

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Y, como suele hacer, recordó que el año pasado la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) premió a Venezuela por segunda vez en 24 meses por su labor en la lucha contra el hambre.

Hambre oculta

Al volante de una camioneta en medio de un caótico barrio popular en Caracas, la nutricionista Marianella Herrera señala a una mujer cuyo cuerpo parece una torre de neumáticos.

"Eso es lo que llamamos hambre oculta", le dice a BBC Mundo, para ilustrar el fenómeno que según ella –doctora de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y miembro de la dirección del Observatorio Venezolano de Salud (OVS)­– se está dando en el ámbito alimenticio en Venezuela.

El "hambre oculta", un concepto reconocido por nutricionistas a nivel mundial, se refiere a la deficiencia de micronutrientes en personas que se pueden ver bien físicamente.

"Acá no hay una hambruna típica de países africanos, sino que lo que come la gente no alimenta", continúa Herrera.

Según estudios del OVS y la ONG Fundación Bengoa para la Alimentación y Nutrición, el 75% de la dieta actual de los venezolanos se limita a carbohidratos.

El producto con mayor intención de compra, según estas ONGs, es la harina de maíz precocido con la que se hace la arepa; después el arroz, los panes y las pastas.

El hambre en números

  • ¿Qué responden los venezolanos cuando se les pregunta qué comen? 12% comen dos o menos veces al día.
  • 40% de lo que comen es maíz, arroz, pastas y grasas.
  • 87% no le alcanza la plata para la comida.