Ambiente

¡Cierre la llave, que llega cara la cuenta!

La factura que le está pasando el planeta a la humanidad por el desperdicio del agua llegó bien cara por no hacer caso al sabio consejo que todo mundo recibió de chico por parte de sus padres o maestros.

7 de mayo de 2015

En temas de sostenibilidad mundial, el agua se ha convertido en el primer punto de la agenda, pues los cambios generados en las economías por la escasezes de este recurso en países desarrollados y del tercer mundo, han sido tan drásticos que los procesos industriales y sociales se han visto afectados irreversiblemente.

En diálogo con Dinero el profesor Tony Wong, Director Ejecutivo del Centro de Investigación Cooperativa de Agua Ciudade s Sensibles, señaló que tras visitar los países de Latinoamérica encontró que todas las naciones han enfrentado, enfrentan o enfrentarán problemas relacionados con el agua.

Sin embargo, este fenómeno no se registra únicamente en Latinoamérica pues situaciones similares afronta Europa desde hace más de una década y Estados Unidos recientemente.

Muestra de ello es la sequía que golpeo la economía brasilera en 2014 y que también se trasladó al Estado de California en los Estados Unidos obligando a las autoridades de ese país a contemplar medidas extremas para proveer de este recurso vital a los ciudadanos norteamericanos.

Según el académico, la salida a esta encrucijada está a la mano de todos los gobiernos del mundo. Consiste en reciclar las aguas lluvias y las aguas negras a través de inversión en infraestructura que convierta a las grandes ciudades en captadoras de recursos hídricos que puedan utilizarse en procesos industriales.

Vale la pena señalar que según la Agencia Internacional de Energía (IEA), el 97,5% del agua en el mundo es salina y sólo el 2,5% es agua dulce disponible para el consumo humano. El 70% de ese 2,5% se encuentra en las capas de hielo y el 30% restante es agua subterránea.

Por ese motivo, el académico que proporciona asesoramiento estratégico a los gobiernos así como a la industria en la gestión sostenible del agua urbana, señaló que es necesario valerse de la oferta agua lluvia y de las aguas negras como fuentes alternativas a través de infraestructura que sirva como riñón para la purificación de este recurso

La cohesión social de las ciudades será un cimiento para fortalecer las economías de las mismas, y el agua es un recurso vital para tal fin, por tal motivo el catedrático sugirió tres aspectos a los Gobiernos:

1) Se requiere un alto nivel de coordinación entre industria, investigación y Gobierno para que los esfuerzos individuales no vayan en contravía de los de otros.

2) Convertir a los lugares abiertos de las ciudades en captadores y riñones de recursos hídricos a través del re direccionamiento de inversión en infraestructura.

3) Reunir diferentes disciplinas que permitan enfatizar esfuerzos en la investigación y desarrollo de procesos que garanticen avances en los desafíos actuales frente al desabastecimiento hídrico al que se enfrenta el mundo.

Alerta en Estados Unidos por escasez

Así lo señaló Pat Mulroy, investigadora principal con el Programa de Política Metropolitana de Brookings y un alto miembro de la adaptación al clima y la política ambiental en los Estados Unidos, quien destacó la frase de un ex-presidente norteamericano que decía “Se aprende el valor del agua cuando el pozo se seca”.

Para combatir este problema, ella promulgó una serie de medidas drásticas dirigidas al uso residencial del agua y con el objetivo de frenar una posible crisis hídrica. Estas incluyen: la prohibición de regar el césped en patios delantero a menos que sea poniendo el riego en las ordenanzas de desecho de agua; poner la comunidad en un programa de riego; e incluso poner pactos en la propiedad de lagos.

Lo cierto es que aunque tardíamente los Gobiernos del mundo vienen reaccionando ante el fenómeno de desabastecimiento, los expertos citados afirman que la solución de política no está tanto en manos del Gobierno, sino en las acciones de los ciudadanos que tienen la responsabilidad de aportar en la solución del problema.