La alta participación de la anglo-holandesa Shell y la francesa Total en el consorcio sorprendió al mercado, que apostaba por el protagonismo de las corporaciones chinas, al final minoritarias. | Foto: Archivo Semana

Negocios

Las grandes buscando petróleo

La mayor reserva petrolera de Brasil, el campo de Libra, será explotada por un consorcio integrado por Petrobras (40%), Shell y Total (20% cada una) y las chinas CNPC y CNOOC (10% cada una).

21 de octubre de 2013

El consorcio fue el único que se presentó en la licitación de este gigantesco campo de 1.500 km2 con reservas probadas de entre 8.000 y 12.000 millones de barriles de crudo, que casi duplica las reservas probadas actuales de Brasil. Las empresas ofrecieron la exigencia mínima de excedente de crudo ("profit oil") para el Estado brasileño, 41,65%.

La licitación tuvo lugar en medio de enfrentamientos entre unos 200 manifestantes opuestos a la "privatización" del petróleo y 1.100 agentes de seguridad, que usaron balas de goma y bombas de gas lacrimógeno para dispersar la protesta, con un saldo de al menos cinco heridos frente al hotel de Rio donde se realizó la subasta, constató la AFP.

La sorpresa: Shell y Total

La alta participación de la anglo-holandesa Shell y la francesa Total en el consorcio sorprendió al mercado, que apostaba por el protagonismo de las corporaciones chinas, al final minoritarias. "Libra nos ofrece una oportunidad única de participar en el desarrollo de un descubrimiento de petróleo en aguas profundas súper gigante, con socios estratégicos (...). Daremos una importante contribución al crecimiento de la producción de gas y petróleo de Brasil", dijo en un comunicado el presidente de Total, Cristophe de Margerie.

La directora de la ANP Magda Chambriard calificó la subasta de "éxito absoluto". "Exito mayor que éste es difícil de imaginar", aseguró en una rueda de prensa tras el anuncio, y estimó que el retorno económico para el país en los próximos 30 años será de un billón de reales (454.500 millones de dólares al cambio actual). "Nadie puede estar triste con eso", destacó Chambriard.

Sólo en regalías, el Estado recibirá más de 300.000 millones de reales (USD 138.000 millones) en 30 años, añadió.

El programa exploratorio mínimo, con hasta 18 plataformas y 90 buques petroleros, requiere inversiones de las empresas por 611.000 millones de reales (US$280.000 millones), precisó la ANP (Agencia Nacional de Petróleo) tras la subasta.

Los ganadores, que tendrán la concesión del campo durante 35 años, deberán pagar asimismo al Estado un bono de 15.000 millones de reales (USD 6.900 millones al cambio actual). El campo, situado en la cuenca de Santos, a 183 km de las costas de Rio de Janeiro, podrá alcanzar una producción máxima de 1,4 millones de b/d en unos cinco años, según estimaciones oficiales. Brasil produce actualmente unos dos millones de b/d y aspira a más que duplicar su producción para 2020 con la explotación del "presal".

Las acciones preferenciales de Petrobras subieron 5,3% a 18,88 reales al cierre de la Bolsa de Sao Paulo, mientras las acciones ordinarias subieron 4,92% a 17,69 reales.

Un nuevo sistema de licitación

Esta fue la primera subasta de un campo del "presal", los gigantescos yacimientos en aguas ultraprofundas brasileñas descubiertos a partir de 2007, bajo un nuevo régimen que otorga a Petrobras, controlada por el Estado y única operadora del campo de Libra, una participación obligatoria mínima de 30% en la concesión.

Este modelo, aprobado en 2010 durante la gestión del presidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2011) para todas las concesiones del "presal", busca que el Estado retenga más dinero del petróleo para destinarlo a la educación (75% de las regalías petroleras) y a la salud (25%).

Las británicas BP y BG, así como la estadounidense ExxonMobil, de las mayores del mundo, no mostraron interés en la subasta, debido a las incertidumbres de la economía mundial, el alto valor del bono a pagar, las inversiones requeridas y un régimen de concesión que no es suficientemente atractivo, según analistas.

Chambriard aclaró que a BP "le habría gustado haber participado", pero la multa que podría tener por el accidente y derrame en el Golfo de México podría "impedirle cumplir las obligaciones con el gobierno brasileño". Sobre Exxon, la directora de la ANP indicó que la petrolera estadounidense "no tiene historial de agresividad en términos de inversiones de exploración y producción" en Brasil.

La Federación Única de Trabajadores del Petróleo (FUP), a la cual están afiliados la mayoría de los trabajadores de Petrobras y que reúne a los 12 sindicatos del sector, reclamaba la "suspensión inmediata" de la subasta e inició el jueves una huelga por tiempo indeterminado.

"No estamos privatizando el petróleo del 'presal', al contrario, estamos apropiándonos de esta riqueza inmensa que se encuentra bajo el mar", declaró el sábado el ministro de Energía, Edison Lobao.

La próxima licitación para estos yacimientos se haría en dos o tres años, según Chambriard.


Afp/D.com