El exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn.

Internacional

Conceden a Strauss-Kahn libertad bajo fianza de US$1 millón

El exdirector gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn obtuvo la libertad bajo fianza de US$1 millón y estar en situación de arresto domiciliario hasta que se celebre el juicio por siete cargos de abuso sexual e intento de violación de una mujer africana de 32 años.

19 de mayo de 2011

"Es un gran alivio para la familia. Estamos muy contentos. Ahora podemos concentrarnos en las siguientes fases del caso", dijo uno de sus abogados, William Taylor, al término de la vista de hoy.

Strauss-Kahn, que el lunes por la noche ingresó en la cárcel neoyorquina de Rikers Island, llevará una pulsera electrónica que controle sus movimientos, además de estar sometido a vigilancia las 24 horas del día por al menos un guardia armado a su propio coste, decidió el juez Michael Obus, pese a la oposición de la Fiscalía.

Asimismo el juez determinó que mañana tendrán que comparecer ante el tribunal los abogados del inculpado para revisar si se han cumplido todas las exigencias para su puesta en libertad, que será efectiva a partir de ese momento, además de fijar una nueva vista del caso para el 6 de junio.

"Estamos ahora mucho mejor que cuando todo empezó", dijo Taylor, al informar de que su cliente "volverá a Rikers esta noche y mañana quedará en libertad".

Además de abonar en efectivo ese millón de dólares, el político y economista socialista francés tendrá que depositar ante los tribunales estadounidenses un bono garantizado por una compañía aseguradora por valor de 5 millones de dólares sobre una propiedad suya o de su esposa, la periodista franco-estadounidense Anne Sinclair.

DSK, las siglas por las que es conocido, tiene también que entregar todos sus documentos de viaje, pues como señaló el fiscal adjunto de Manhattan, John McConnell, se ha considerado la posibilidad de que pueda salir del país y quedar fuera del alcance de la justicia estadounidense.

"La ley de Francia (país que no tiene firmado un acuerdo de extradición con EE.UU.) no extradita a sus ciudadanos, y este hombre tiene la posición y los medios para viajar y vivir una vida de paz o confort en lugares del mundo que quedan muy lejos de esta jurisdicción", dijo McConnell.

El juez señaló que coincidía "con todas las preocupaciones expuestas por la Fiscalía".

"Aquí no estamos para conseguir el dinero de la fianza, sino para asegurar que usted responde. Hay un serio riesgo de que trate de evitar los cargos si pudiera salir del país. Para asegurarnos de que el acusado permanece aquí, le doy la fianza bajo estas condiciones", subrayó.

Taylor replicó que su cliente "no querría huir del país y quedar ante los ojos de todos como un agresor sexual, porque no lo es".

Con anterioridad la fiscalía de Nueva York señaló al tribunal que las pruebas en su posesión son "suficientemente sólidas" como para proceder a la acusación formal de Straus-Kahn, quien en opinión de los expertos ha matado lo que parecía un prometedor futuro político en su país, donde era el candidato mejor colocado de su partido de cara a las presidenciales de 2012.

Strauss-Kahn fue imputado el lunes por la fiscalía de Nueva York de siete cargos por diversas acusaciones de abusos sexuales e intento de violación de una empleada del hotel en que se alojaba, a la que habría asaltado cuando entró a la habitación para realizar su limpieza.

La defensa de Strauss-Kahn, que apareció vestido con traje gris verdoso y camisa azul clara, afeitado y con buen aspecto, en ocasiones mirándose las manos y a veces con gesto de indiferencia o haciendo muecas de disconformidad, tiene "un único interés (que) es limpiar su nombre".

Unos metros detrás de la banca del acusado y su defensa se ubicaban su esposa, Anne Sinclair, que daba la mano a Camille (hija de DSK) y estudiante en Nueva York, que llegó acompañada de su esposo.

Todos estaban visiblemente afectados por este mediático caso que ha reunido dentro y fuera del edificio de esta corte a centenares de periodistas, cámaras de televisión y fotógrafos de todo el mundo.

Al salir esposado de la sala, Strauss-Kahn volvió la cabeza y sonrió a sus familiares.

Al político francés, considerado hasta hace el pasado sábado como uno de los hombres más poderosos del mundo, le espera un largo proceso judicial, ya que los cargos que le imputaron conllevan penas de 3 a 25 años, cada uno de ellos y según su categoría.

 

 

 

 

 

efe