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EDUCACIÓN

Un estudio de casi medio siglo revela claves para criar a un niño genio

Una investigación adelantada por la Universidad Johns Hopkins durante casi medio siglo revela algunas claves para educar a un niño ‘brillante’ y guiarlo para convertirse en un genio del siglo XXI.

8 de octubre de 2016

El proyecto titulado The Study of Mathematically Precocious Youth (SMPY), comenzó en 1971 con la premisa de identificar a los niños superdotados y analizar de qué manera se podría incentivar su talento.

El objetivo era descubrir las habilidades innatas de estos muchachos para así despertar su interés en áreas afines a sus capacidades como la tecnología, la matemática y la ciencia.

Para ello los investigadores les siguieron la pista por más de 45 años a unas 5.000 personas de Estados Unidos, catalogadas como brillantes en su infancia. Varias de ellas, según lo expone la revista Nature, “se han convertido en científicos de alto rendimiento”. 

El profesor Julian C. Stanley, pionero de la investigación, llegó a la conclusión de que es necesario incentivar y acompañar a las personas brillantes desde la edad temprana para que puedan explotar todo su potencial.

Los analistas sugirieron que el sistema educativo no debería darles prioridad únicamente a los estudiantes de bajo rendimiento, ya que los niños con mayores habilidades también requieren de una atención especial.

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En otras palabras, el informe dice que para que estos niños logren convertirse en eminentes científicos, académicos o empresarios, no pueden ser ‘olvidados’ por los docentes en el aula de clase.

De hecho, el equipo de la Universidad Johns Hopkins ha identificado que varios de los maestros tienden a pensar que los niños brillantes no necesitan un impulso para alcanzar todo su potencial.

Lo cierto es que esta metodología empieza a perder adeptos, ya que el modelo actual exige una formación personalizada, abierta a la innovación y sobre todo al debate.

"Nos guste o no, estas personas realmente van a controlar nuestra sociedad", complementó el psicólogo del Programa de Identificación de Talentos de la Universidad de Duke, Jonathan Wai.

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El SMPY va más allá al explicar que varias de las personas que han avanzado notablemente en áreas como la ciencia, tecnología o cultura recibieron apoyo en sus primeros años en programas como los que brinda el Centro para Jóvenes con Talento de la Universidad Johns Hopkins.

Y es que por allí han desfilado personalidades del ámbito académico como los matemáticos Terence Tao y Lenhard Ng, así como los genios informáticos Mark Zuckerberg (Fundador de Facebook) y Sergey Brin (Cofundador de Google).

Camilla Benbow, una de las investigadoras que ahora continúa con el desarrollo del proyecto SMPY,  acepta que criar a un genio no es tarea fácil ya que "puede dar lugar a todo tipo de problemas sociales y emocionales".

En este sentido, Nature recoge alguna de las recomendaciones sugeridas por Camilla Benbow para criar a personas superdotadas sin caer en el intento. Entre ellas destaca: enfrentar a los niños a diversas experiencias y proporcionarles oportunidades si tienen “talentos fuertes” o interés en desarrollarlos.

La psicóloga y profesora de la Universidad Vanderbilt, además invita a padres y docentes a apoyar tanto las necesidades intelectuales como las emocionales de los niños, así como elogiar el esfuerzo y animarlos a tomar desafíos intelectuales.

Benbow hace un énfasis especial al referirse a las etiquetas, pues advierte a los padres que el ‘estereotipo de superdotado’ podría impactar negativamente a los niños y convertirse en una “carga emocional” si no se sabe llevar.

Finalmente, la psicóloga estadounidense manifiesta que los maestros deben satisfacer las necesidades de los niños brillantes a partir de “contenidos más desafiantes, apoyo adicional y la libertad de aprender a su propio ritmo”.

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