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INTERNACIONAL

Las bolsas de Asia se desploman. Algunos piden bajarle a la guerra comercial

China y Estados Unidos instaron este lunes al diálogo con la esperanza de frenar la escalada de su guerra comercial, tres días después del anuncio por ambas partes de alzas recíprocas de aranceles aduaneros, que preocupan cada vez más a las empresas y a los mercados. El yuan chino cae a su menor nivel desde 2008 ante la tensión comercial que se agudizó el viernes pasado. Las bolsas europeas abren a la baja.

26 de agosto de 2019

Una semana antes de que entren en vigor estas sanciones mutuas, Pekín exhortó a la calma y a la "cooperación", pero su divisa, el yuan, volvió a bajar, generando más presión sobre el comercio de Estados Unidos.

Antes de abandonar  Biarritz, donde participó en la cumbre del G7, el presidente estadounidense  Donald Trump, anunció que Estados Unidos iba a reanudar "muy próximamente" sus negociaciones con China.

"China llamó la noche pasada (...) Dijo ‘volvamos a la mesa de negociaciones‘, entonces vamos a volver (...) Empezaremos muy próximamente a negociar", dijo, aunque no citó fecha.

Un portavoz del ministerio de Exteriores chino,  Geng Shuang, aseguró sin embargo no estar al tanto de la conversación de la que habla Trump.

Por su lado, el principal negociador chino, Liu He, aseguró que estaba dispuesto a "resolver tranquilamente el problema mediante consultas y cooperación" y dijo estar contra la "guerra comercial".

Cae otra vez el yuan

La guerra comercial entre las dos primeras potencias económicas mundiales vivió una peligrosa escalada el viernes. China informó ese día sobre su intención de imponer nuevos aranceles a bienes importados de Estados Unidos por US$75.000 millones.

Donald Trump respondió a las pocas horas con medidas de represalia que afectan a importaciones chinas por valor de US$550.000 millones y que entrarán en vigor el 1 de septiembre y luego el 15 del mismo mes.

Trump aterrorizó además a los medios empresariales de Estados Unidos al instarlos a dejar de hacer negocios con China, aunque esa amenaza fue atenuada luego por altos responsables de su administración.

En aparente reacción, Liu aseguró que China desea "acoger a los inversores del mundo entero, incluidos los de Estados Unidos".

La Cámara de comercio de Estados Unidos en Shanghai aseguró que las empresas norteamericanas no podían retirarse del inmenso mercado chino, pues ello penalizaría a la propia economía de Estados Unidos.

"El coste económico (de la guerra comercial) ya es considerable", declara la cámara en un comunicado.

Para mayor preocupación de los empresarios norteamericanos, el yuan volvió a devaluarse el lunes, perdiendo 0,74% hasta 7,1481 yuanes por dólar, su menor nivel desde 2008.

Esta baja convierte en más baratas las exportaciones chinas y encarece en cambio los productos estadounidenses destinados al mercado interno del país asiático.

La divisa de Pekín ya había caído a principios de agosto tras anunciar Trump una ampliación de los derechos de aduana norteamericanos a la casi totalidad de los productos chinos.

El yuan no es totalmente  convertible y está estrechamente controlado por el gobierno chino, por lo que Washington oficialmente acusó a Pekín de "manipular" su moneda para así beneficiar a sus exportaciones.

Guantes de boxeo

"Ambas partes han sacado los guantes de boxear y en este contexto la depreciación del yuan mitiga los efectos de la subida de aranceles estadounidenses", observa Mitul Kotecha, economista en el banco Toronto-Dominion.

"Mientras esta depreciación se mantenga bajo control y no genere una fuga de capitales, podemos seguir esperando una nueva caída" de la divisa china, declara Kotecha a la agencia financiera Bloomberg.

Entretanto, la plazas bursátiles chinas seguían mostrándose nerviosas este lunes: Hong Kong perdió cerca de 2% y Shanghai más de 1%.

El yuan no puede convertirse libremente, al estar estrechamente controlado por el gobierno chino, que limita sus movimientos frente al dólar a una horquilla de 2% por encima o por debajo de una cifra fijada por el Banco Central a diario, para reflejar las tendencias del mercado y controlar la volatilidad.

El Banco Popular de China fue reduciendo esa cifra poco a poco en las últimas semanas, y este lunes la estableció en 7,057 yuanes por dólar.

"La depreciación del yuan es obviamente un colchón frente a los gravámenes estadounidenses", dijo a Bloomberg news Mitul Kotecha, economista especializado en mercados emergentes del banco Toronto-Dominio.

"Mientras China pueda asegurar que la debilidad del yuan está bien controlada, es decir, que no provoca pérdidas importantes, esperen ver más depreciaciones de la divisa", añadió.

La divisa china superó el umbral de 7 yuanes por dólar a principios de agosto, poco después de que Estados Unidos anunciara su intención de imponer nuevos aranceles a las importaciones chinas a partir del 1 de septiembre.

Los políticos estadounidenses llevan tiempo acusando a China de mantener su divisa baja de forma artificial para aumentar la competitividad de sus fabricantes.

Pero Washington había evitado hasta ahora calificarla de "manipulador", porque eso se veía como una importante escalada de las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del planeta.

En total y desde hace más de un año, China y Estados Unidos se impusieron mutuamente aranceles punitivos sobre más de US$360.000 millones de intercambios anuales.

Después de calificar a China de "manipulador de divisas", la oficina del secretario estadounidense del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo en un comunicado que este instaría al Fondo Monetario Internacional a "eliminar las ventajas competitivas injustas creadas por las últimas acciones de China".

Finalmente, las principales bolsas europeas abrieron en baja este lunes, a la espera del fin de la cumbre del G7 que se celebra en Francia.

El índice DAX de Fráncfort perdía un 0,15% y el CAC-40 de París 0,31%.

En Madrid, el Ibex-35 comenzó la jornada con una caída de 0,60%.

La bolsa de Londres permanece cerrada por día feriado.