Candidato de oposición a la presidencia de Venezuela, Henrique Capriles Radonsky. | Foto: Ap

Elecciones

Cierran campañas presidenciales en Venezuela

Llegó el jueves al cierre de la campaña presidencial para suceder al fallecido mandatario Hugo Chávez en la que el candidato oficialista y actual presidente encargado aparece como favorito sobre el aspirante de la oposición.

11 de abril de 2013

El oficialista Nicolás Maduro y el opositor Henrique Capriles comenzaron sus últimos actos proselitistas de cara a los comicios del domingo, poco más de un mes después de que Chávez muriera a consecuencia de un cáncer que lo aquejó por casi dos años y cuya imagen se mantuvo como elemento central de la contienda.

Los escasos sondeos han puesto a la cabeza de las preferencias a Maduro, quien ha utilizado la figura de Chávez para apuntalar su campaña, aunque en los últimos días al menos una encuesta ha señalado que se redujo su ventaja sobre Capriles, quien compite por segunda ocasión por la presidencia.

Un último estudio de la encuestadora local Datanálisis ubicó a Maduro con una intención de voto de 54,8% frente a un 45,1% de Capriles, un margen de 9,7 puntos porcentuales, menor al que la misma empresa registró en marzo. La encuesta, realizada para clientes privados como la firma Credit Suisse, se realizó del 1 al 5 de abril entre 1.300 personas en todo el país con un margen de error de 2,66 puntos porcentuales. En marzo, la ventaja de Maduro sobre Capriles era de 14 puntos porcentuales, según el anterior estudio de Datanálisis.

Desde el estado suroccidental de Apure, donde comenzó su última jornada proselitista, Capriles aseguró que un triunfo suyo significaría una recuperación de la economía nacional, que entre otras cosas enfrenta una alta inflación y falta de divisas. "Nosotros somos la garantía de la recuperación económica en nuestra Venezuela", dijo el opositor.

En una entrevista con medios regionales transmitida por la televisión estatal, Maduro se dijo seguro de su victoria. "Lo dicen hasta las piedras que voy a ganar", dijo el mandatario encargado, quien viajó al estado occidental de Zulia para iniciar sus últimos actos de campaña.

Aunque la campaña oficial tuvo una duración de escasos 10 días, ambos candidatos comenzaron sus actividades políticas hace casi un mes en las que dominaron los cruces de acusaciones y descalificaciones que intensificaron la temperatura política de Venezuela.

Pese a la ventaja que tiene en los sondeos el presidente encargado, la oposición se mantiene esperanzada en sus posibilidades de dar una sorpresa. Maduro tiene previsto cerrar su campaña en Caracas, donde confía que abarrotará varias calles del centro de la capital y ha anunciado la presencia del ex astro del fútbol argentino Diego Maradona. Capriles tendrá su último evento en Barquisimeto, capital del estado occidental de Lara, gobernado por la oposición.

Maduro y miembros del oficialismo pusieron sobre la mesa diversas teorías conspirativas, incluidos supuestos planes de la oposición para desconocer los resultados de los comicios y la presunta llegada de mercenarios salvadoreños para realizar actos de violencia, incluido un posible atentado contra el presidente encargado.

La oposición ha sostenido que los señalamientos del oficialismo sólo son parte de una campaña de rumores para generar miedo.

Autoproclamado "hijo de Chávez", Maduro ha hecho de la imagen del ex mandatario la clave de sus discursos proselitistas y ha prometido continuar su proyecto entre advertencias de que una eventual llegada de la oposición al poder se traduciría en el final de los beneficios sociales para los más pobres.

Capriles, quien dice que su "jefe" es "Dios", sostiene que Maduro ha echado mano de la figura de Chávez porque él no ha logrado conseguir un liderazgo propio.

Mariana Bacalao, experta en opinión pública de la Universidad Central de Venezuela, dijo a The Associated Press que la campaña presidencial ha estado marcada por la presentación de "dos propuestas que son contrapuestas", con Maduro que se ha dirigido particularmente a los seguidores de Chávez y Capriles que ha llamado a realizar un cambio en la sociedad entre llamados de integrar a todos los sectores del país. "Una (campaña) habla de continuismo y la otra habla de renovación y de integración", comentó la experta.

Capriles ha dicho que se ha enfrentado a una campaña desigual con un candidato oficialista que en su calidad de presidente encargado se ha apoyado en las instituciones estatales y a quien ha criticado de valerse simplemente de la imagen de Chávez, quien en su última aparición pública a fines de 2012 lo designó su sucesor.

Para Bacalao, el uso que ha hecho Maduro de la imagen y el discurso de Chávez lo ha "desdibujado" y ha hecho que el verdadero protagonista de su campaña sea el ex mandatario. "Maduro es una incógnita... Maduro no se ha estrenado en su propio estilo, discurso; no ha desarrollado liderazgo", consideró.

En Caracas, seguidores de Maduro comenzaron desde temprano a apostarse en las calles de la capital para esperar al candidato oficialista. "Maduro no es Chávez, queríamos tener a Chávez por siempre, el cáncer nos lo quitó", dijo Johana Sánchez, un ama de casa de 31 años que junto con una hermana de 26 estaban ataviadas con camisetas rojas estampadas con la imagen de los ojos del ex mandatario. "Pero si el comandante confió en él, estoy seguro que nosotros también podemos confiar. ¡A esta revolución no la para nadie!", dijo Sánchez.

María Araque, una estudiante de 23 años, viajó más de 600 kilómetros desde el estado occidental de Zulia hasta la capital venezolana. Para ella Maduro es el único que puede garantizar la continuidad del proyecto de Chávez, aunque también consideró que la gente estará atenta a lo que haga. "Estaremos vigilantes, apoyamos a Maduro porque Chávez lo pidió, pero el pueblo no va a permitir una traición más; traicionar a Chávez es traicionar al pueblo que él amó", dijo la joven.

El cierre de la campaña coincide con el aniversario del golpe de estado del 11 de abril de 2002 en el que Chávez fue separado brevemente del poder en medio de manifestaciones y enfrentamientos que dejaron al menos 19 fallecidos. Dos días después, apoyado por militares leales, el mandatario fue restaurado en la primera magistratura. "A 11 años de aquel 11, te juramos Comandante Eterno que nunca más un día como aquel volverá a repetirse. Tu legado vive entre nosotros!", escribió el jueves el ministro de Defensa, almirante en jefe Diego Molero, en su cuenta de Twitter.


Ap/D.com