A pesar de su poderío económico, China aún no encaja en esquema tradicional del orden económico del mundo. | Foto: Corbis

Relaciones Internacionales

La influencia geo-económica de China

El mundo aún no se acomoda al nuevo orden económico mundial, en el cual China es la segunda economía del mundo. China pasará a ser gestora y fuente de financiación de otros países emergentes.

22 de abril de 2015

A pesar de su poderío económico, China aún no encaja en esquema tradicional del orden económico del mundo. A pesar de su crecimiento acelerado en las últimas dos décadas occidente aún no le ha dado el papel que su peso en las finanzas globales demanda.

El mes pasado, China hizo el lanzamiento del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura con el respaldo de Reino Unido, Alemania, Italia y Francia así como otros 30 países que esperan dar solución a las necesidades de infraestructura de Asia (AIIB) y que no tenían como ser financiadas.

Para Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía en 2001, la creación del Banco Asiático debería suponer un motivo de celebración mundial, sin embargo aclara que ello no ha sido así y por el contrario, ha despertado la ira de los Estados Unidos al punto de criticar a su principal aliado, el Reino Unido, de ser un “acomodado constante”. La principal economía del mundo ha ejercido presión sobre los demás países para mantenerse al margen de la iniciativa china reseña Stiglitz en su opiniones consignadas en Project Syndicate.

Añade que este acto parece una muestra más de la inseguridad estadounidense sobre su relevancia a nivel mundial y busca ahora socavar la que podría ser una interesante opción para el fortalecimiento de las economías emergentes en Asia.

En los últimos años, Rusia y China han unido sus esfuerzos para mantener a Estados Unidos fuera de Asia Central, y hanrealizadoo esfuerzos por incursionar en regiones como Oriente Medio y África, donde los Estados Unidos o el poder occidental, no es tan fuerte como lo es en Europa y la región Asia- Pacífico.

El orden económico que hemos tenido durante las últimas décadas ha estado regulado por entidades como las Naciones Unidas, los tratados multilaterales de seguridad, la OTAN y la Unión Europea. Todas estas entidades a la sombra del poder de occidente, en concreto de los Estados Unidos. Por lo que lleva a pensar si el surgimiento de un nuevo jugador, tan relevante como lo es China, forzará un reacomodamiento de las fuerzas, más aún si se tiene en cuenta que Europa aún no resuelve la totalidad de su problemas.

Para Javier Solana, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, es una buena noticia que China adopte un enfoque más multilateral y un mayor compromiso con el proceso de globalización y advierte que sería conveniente que, durante los próximos meses, se consiguiera alinear los intereses de la Unión Europea, Estados Unidos y China de cara a la presidencia del G20 que ostentará China en 2016.