Presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet.

BCE mantiene tasas sin cambio

El Banco Central Europeo mantuvo sus tasas de interés sin variación por octavo mes consecutivo, mientras los mercados aguardaban declaraciones del presidente de la institución acerca de la crisis financiera griega.

14 de enero de 2010

El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, dijo el jueves que las tasas de interés en las 16 naciones de la zona del euro no aumentarán a corto plazo pese a la incierta recuperación, además de restar importancia a las conjeturas de que Grecia pudiera abandonar el euro debido a sus crisis presupuestaria.

En una reunión el jueves en Francfort, el banco mantuvo sus tasas preferenciales en el 1% por octavo mes consecutivo.

Trichet advirtió posteriormente en una conferencia de prensa que la enclenque recuperación que comenzó a fines del año pasado "seguramente será desigual".

Además, no dio indicios de que van a aumentar a corto plazo las tasas de interés, e indicó que las presiones inflacionarias siguen siendo relativamente bajas y que las expectativas de inflación siguen "firmemente ancladas" en el objetivo del BCE. Las tasas más elevadas son el armas principal del banco central contra el alza de los precios.

El débil crecimiento — que modera la inflación — alivia la presión del banco para que encarezca las tasas de interés, lo que podría perjudicar la recuperación en algunas de las naciones más endeudadas de la eurozona.

Trichet se negó a comentar las "hipótesis absurdas" de que Grecia abandone o sea expulsada de la eurozona.

Grecia anunciará pronto un déficit presupuestario de casi el 13% de su producto interno bruto en el 2009, frente al máximo del 3% autorizado por las normas de la eurozona. Su crisis ha causado sorpresa en los mercados y ha obligado al gobierno socialista griego a adoptar medidas presupuestarias de emergencia.

Trichet dijo que Grecia y otros países con abultados déficit presupuestarios deben "adoptar medidas apropiadas y audaces" para achicar esos déficit.

Además, restó importancia a la sugerencia de que el Banco Central Europeo o la Unión Europea deberían rescatar a cualquier miembro del euro que encare dificultades.

"Es problema no consiste en obtener ayuda. El problema consiste en ayudarse a sí mismo", comentó el banquero. Eso es absolutamente claro y creo que el mensaje es muy fácil de entender".

 

(AP)