Barack Obama, presidente de Estados Unidos. | Foto: AFP

BALANCE 2014

El año en que EE.UU. dejó atrás la "Gran Recesión"

Los indicadores apuntan a que Estados Unidos, la primera economía mundial, logró consolidar finalmente en 2014 la recuperación tras la aguda crisis de 2008, algo que la Reserva Federal (Fed) certificó en octubre con el final del multimillonario programa de estímulo monetario.

9 de diciembre de 2014

Seis años después del estallido de la burbuja financiera que provocó la mayor depresión de la economía de EEUU en ocho décadas, bautizada como la "Gran Recesión", los economistas coinciden en que la recuperación está en marcha.

En octubre, el desempleo cerró con una tasa del 5,8%, nivel mínimo desde julio de 2008, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó que el crecimiento económico de EE.UU. será en 2014 del 2,2% y del 3,1% en 2015, a la cabeza de los países avanzados junto con el Reino Unido y en un momento en el que Japón y la Unión Europea se tambalean.

"¿Un crecimiento del 3,5%? Si se lo dices a un europeo ahora, empezarían a llorar de alegría", aseguró Jay Bryson, economista global de banco Wells Fargo en una nota, tras conocerse la cifra anualizada de actividad económica en EE.UU. en el tercer trimestre del año.

Así mismo, también en octubre, la Fed decidió cerrar la manguera, después de tres multimillonarias rondas de inyección de liquidez (2008, 2010 y 2012), y dar así por finalizada la progresiva retirada del estímulo iniciada en 2013.

El banco central estadounidenses, cuyo agresivo empujón monetario comenzó con Ben Bernanke como presidente y con su sucesora Janet Yellen como fiel escudera, ha subrayado los beneficios logrados por estas medidas "monetarias no convencionales", como se las conoce en la jerga económica.

Yellen, ahora al frente de la Fed, ha insistido en que la economía estadounidense "ha continuado realizando progresos" hacia los objetivos de su doble mandato: promoción del pleno empleo y estabilidad de precios.

De hecho, la discusión en la Fed ahora se centra en el momento adecuado para la primera subida de tipos de interés, que se encuentran en niveles excepcionalmente bajos de entre el 0% y el 0,25% desde diciembre de 2008, algo que se prevé suceda a mediados de 2015.

Se trata de un debate inédito en Estados Unidos desde hace más de un lustro, y adelanta un futuro en el que la economía del país deberá mostrar su salud para sostenerse sola sin las cómodas muletas del apoyo monetario.

Igualmente, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha celebrado los logros económicos bajo su mandato, al remarcar de manera repetida los avances en los principales indicadores como el descenso en el déficit presupuestario, el "boom" energético en EE.UU., y el repunte registrado en el mercado inmobiliario.

"La economía ha mejorado significativamente. No hay duda de ello. Desde que llegué a la Casa Blanca hemos creado más empleos en EE.UU. que la suma de cualquier otra economía avanzada", aseguró Obama en una entrevista en noviembre en el popular programa "Face the Nation", de la cadena CBS.

Aunque los ciudadanos se muestran menos optimistas, especialmente al constatar la creciente desigualdad económica, sí que comienzan a notar los efectos positivos en elementos básicos, como el combustible.

El precio de la gasolina se encuentra en el nivel más bajo desde 2010, por debajo de los US$3 por galón (US$0,84 por litro), lo que repercute favorablemente en los bolsillos de los consumidores, cuyos gastos son uno de los principales motores de la economía estadounidense al representar 70% del total.

Pese a ello, desde el gobierno estadounidense se ha advertido en diversas ocasiones de que la cada vez mayor integración global obliga a repensar la recuperación económica como una cuestión que no puede darse de manera aislada.

Precisamente, antes de participar en la reunión del G20 del mes pasado en Australia, el secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, señaló que su país no puede ser "el único motor" de crecimiento global y agregó que es un error "confiar en que Estados Unidos crecerá suficientemente rápido para compensar el débil crecimiento de las grandes economías".

EFE/D.com