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Avanza reforma migratoria en EE.UU.

Empleadores y sindicatos han superado sus desavenencias sobre un programa de trabajadores poco calificados, disputa que amenazaba con obstaculizar un acuerdo con vistas a una amplia reforma migratoria.

30 de marzo de 2013

El acuerdo fue concertado el viernes en la noche mediante una llamada telefónica entre el presidente de la central sindical AFL-CIO, Richard Trumka; el jefe de la Cámara de Comercio (de empleadores) de Estados Unidos, Tom Donohue, y el mediador en la controversia, el senador demócrata Chuck Schumer, de Nueva York, según una fuente enterada de las negociaciones.

La persona, que solicitó el anonimato para hacer declaraciones antes del anuncio formal, dijo que el acuerdo resuelve las desavenencias sobre los salarios de los nuevos trabajadores y qué sectores económicos serían incluidos en el programa. Debido a las discrepancias, las negociaciones se habían interrumpido hace una semana.

El acuerdo necesita la firma de los otros siete senadores que trabajan con Schumer dentro de las negociaciones para una iniciativa migratoria bipartidista, lo cual se prevé que ocurra sin más complicaciones. El acuerdo entre la patronal y los sindicatos retira el mayor obstáculo para completar la iniciativa migratoria que prevé reforzar la seguridad en las fronteras y combatir a patrones que contraten inmigrantes no autorizados.

La iniciativa también prevé mejorar el sistema de inmigración legal y crear la oportunidad para que consigan la ciudadanía los 11 millones de inmigrantes no autorizados que se encuentran en el país.

Las discrepancias entre la AFL-CIO y la Cámara se centraban en el nivel de los salarios para las decenas de miles de trabajadores poco calificados que serán traídos de acuerdo con el nuevo programa a fin de cubrir vacantes en la construcción, hoteles y centros turísticos, asilos y restaurantes, así como en otros sectores.

El viernes, representantes de ambas partes dijeron que alcanzaron un acuerdo básico en el tema de los salarios en tanto que Schumer afirmó que estaba muy cercano un acuerdo definitivo.

"Estamos muy optimistas en torno a la inmigración: quienes aspiren a ser estadounidenses recibirán la hoja de ruta hacia la ciudadanía que merecen en tanto que podemos modernizar 'la afluencia futura' sin reducir los salarios a ningún trabajador local, tenga los documentos que tenga", dijo a principios de semana en un comunicado el portavoz de la AFL-CIO, Jeff Hhauser. "La afluencia futura" se refiere a la futura llegada de inmigrantes legales.

Mediante el nuevo acuerdo entre empleadores y sindicatos, el futuro programa de visas "W'' autorizará la llegada anual de decenas de miles de trabajadores poco calificados al país.

El límite del programa serían 200.000 trabajadores anuales, aunque el número de visas podría fluctuar, dependiendo de las tasas de desempleo, vacantes, demanda de los empleadores y otros factores cuyas estadísticas recabe una nueva oficina federal que impulsó el movimiento laboral para la vigilancia objetiva del mercado.

Los trabajadores podrán cambiar de trabajos y buscar la residencia permanente. De acuerdo con los programas de trabajadores temporales, éstos no podrán cambiar de empleador ni tendrán opción a la residencia permanente ni a la ciudadanía.

En la actualidad no existe un buen mecanismo para que la patronal traiga a muchos trabajadores poco calificados a Estados Unidos. Un programa actual de visas para trabajadores no agrícolas y de bajos salarios tiene un límite de 66.000 al año y se supone que está disponible sólo para empleos temporales y estacionales..

El tema de los trabajadores poco calificados había persistido durante semanas quizá como el punto más difícil para alcanzar un acuerdo en las conversaciones sobre inmigración que han sostenido a puertas cerradas durante meses los senadores, incluidos los republicanos John McCain, de Arizona, y Marco Rubio, de Florida.

Las discrepancias incidieron en el fracaso del anterior intento importante para concretar una reforma migratoria en 2007, cuando la iniciativa zozobró en el pleno del Senado debido a la adición de una enmienda que puso fin a un programa de trabajadores temporales que había durado cinco años y que puso en aprietos una de las principales prioridades de la comunidad empresarial.

La enmienda fue aprobada por apenas un voto, 49-48. El presidente Barack Obama, entonces senador, fue uno de los que integraron la estrecha mayoría para poner fin a ese programa que había estado en vigencia cinco años.

AP