Cristina Fernández, Presidenta de Argentina.

Economía

Argentina ofrece pagar deudas con efectivo y bonos

Para superar la confrontación derivada de su deuda, Argentina propuso una alternativa innovadora que combina efectivo y bonos con la cual los inversionistas que llama "fondos buitre" obtendrán una gran ganancia, aunque no colosal.

30 de marzo de 2013

Los abogados del gobierno argentino presentaron el viernes en la noche un plan de propuesta de pago ante un panel de apelaciones en Nueva York. Dicho proyecto podría tomar muchos años para dar por terminada una deuda de 1.440 millones de dólares resultante de bonos, intereses y multas que no se liquidaron debido a la moratoria récord que declaró el país en 2001.

"La propuesta argentina responde de cantidades atrasadas para actualizar la deuda, proporciona una restitución justa de aquí en adelante, y además otorga un aumento en la forma de pagos anuales si la economía de Argentina crece", afirmó el despacho de abogados Cleary Gottlieb.

El dinero directamente en juego en este caso es sólo una fracción de la deuda restante no saldada de Argentina, la cual equivale a más de 11.000 millones de dólares en capital e intereses. Este plan también permitiría a esos acreedores recibir su pago, con el tiempo, en lo que sería una solución equitativa, argumentaron los abogados.

Y para ser verdaderamente justos con todos, agregaron, los nuevos bonos también estarían disponibles para la vasta mayoría de inversionistas que aceptaron centavos por cada dólar en 2005 y 2010 a cambio de la deuda no pagada.

Argentina argumenta que, si se procede de manera distinta, se violaría el principio que pretende sostener la corte: la cláusula "pari passu" contenida en los contratos originales de los bonos y que implica que el emisor de la deuda soberana debe tratar por igual a todos los tenedores de los documentos.

"Esta propuesta proporcionaría a los demandantes una compensación significativa y, a diferencia de la fórmula de '100 centavos por dólar de inmediato' adoptada por la corte de primera instancia, es congruente con la cláusula pari passu, con el antiguo principio de equidad y con la capacidad de pago de la república", argumentó Argentina.

Es imposible determinar quién posee estos bonos y a qué precio fueron adquiridos originalmente. Incluso los bonos vencidos son constantemente negociados, y entre los demandantes se encuentran inversionistas en fondos de alto riesgo como el multimillonario Paul Singer, así como jubilados argentinos que vieron desaparecer los ahorros de toda su vida durante la crisis económica argentina.

Argentina dijo que bajo este acuerdo, los pequeños inversionistas recibirían de inmediato efectivo por los intereses generados desde 2003, más bonos Par y bonos PIB que a la larga les restituirían completamente lo que se les debe.

A los inversionistas institucionales se les ofrecería una composición distinta, en su mayoría bonos con descuento, que según Argentina los recompensaría generosamente.

Buenos Aires puso como ejemplo una deuda vencida por 50 millones de dólares que el principal demandante, NML Capital Ltd., supuestamente compró en 2008.

La aceptación del plan que combina los nuevos bonos a cambio de la deuda no pagada resultaría en un beneficio agregado de 284%, pero no en la ganancia injusta de 1.380%, dijeron los abogados.

La presidenta Cristina Fernández revisó personalmente la propuesta justo antes de que fuera presentada, de acuerdo con la agencia noticiosa estatal Telam.

Fernández y su equipo económico se enorgullecen de haber reducido considerablemente la carga de la deuda externa del país de 166% del PIB en 2002 a sólo 46% recientemente, en tanto que su gobierno jamás ha incumplido el pago de los nuevos bonos que emitió a cambio de la deuda derivada de la moratoria.

Argentina está en condiciones de pagar 1.440 millones de dólares, pero existen mucho más acreedores que buscan el mismo tipo de fallo que emitió el juez federal Thomas Griesa a favor de NML Capital LTD. En caso de ratificación del fallo, Buenos Aires quedaría obligado a saldar en efectivo 43.000 millones de dólares, cantidad que destruiría la economía del país, según el gobierno.

Sin embargo, el plan de pagos que Argentina propuso el viernes en la noche incluye algunos bonos que no quedarían totalmente saldados antes de 25 años, y esto podría desalentar a los jueces de segunda instancia en Nueva York, cuyos fallos en disputas de bonos casi nunca pone en duda la Corte Suprema federal.

Si la corte acepta la propuesta de pagos de Argentina, Fernández prevé que la apruebe de inmediato el Congreso de su país, en tanto que los canjes voluntarios de deuda impaga por nuevos bonos podrían contribuir a superar la mayoría del desorden restante, al margen de si el fondo de inversiones de riesgo de Singer acepta o no el trato, se dijo en el documento.

Pero si los jueces no la aceptan y Argentina pierde en la corte, el resultado podría ser "suicida" para la economía de la nación sudamericana, dijo el analista financiero Josh Rosner, director gerente de la firma Graham Fisher & Co. en Nueva York.

"La corte esperaba algo sencillo como: no vamos a pagarles en una sola cantidad, pero lo haremos trimestralmente hasta completar los 1.400 millones de dólares en tres años. Ellos no buscaban un financiamiento creativo en el que Argentina exige o pretende imponer un bono nuevo", dijo Rosner. "¿Qué tal si alguien acepta los nuevos bonos y el gobierno argentino declara una moratoria al día siguiente?"

El rehusarse a pagar a los tenedores de bonos renuentes nada más de lo que obtuvieron los que sí aceptaron un canje por sus bonos es una posición políticamente popular entre los argentinos, pero es irrelevante para los mercados, afirmó Rosner.

"La mañana del lunes será un desastre", pronosticó.

La economía de Argentina está siendo estrangulada por créditos extremadamente caros porque el gobierno de Fernández no ha saldado totalmente sus deudas con los tenedores de bonos, con otros gobiernos y con muchas compañías que le han ganado en tribunales, agregó.

En lugar de ello, el gobierno ha pedido prestado a su propio pueblo, lo cual atiza la inflación, e intenta centralizar el manejo de la economía cada vez más aislada cambiando con frecuencia las reglas del tipo de cambio, la importación y exportación de bienes, el establecimiento de precios y el pago de impuestos.

El número de argentinos que se sienten atrapados por los controles gubernamentales está aumentando, y las empresas extranjeras están siendo ahuyentadas.

"Esta inanición de recursos al final concluye necesariamente con recortes a diversos servicios: educación, policía, subsidios a la energía y al transporte en las provincias, lo cual incrementará la intranquilidad social", dijo Rosner. "Constituye una tragedia humana. No comprendo por qué están peleando esto".

AP