EDUCACIÓN

Acompañamiento en el aprendizaje

La pandemia ha exigido la adaptación de las instituciones para el aprovechamiento de las tecnologías en función de los estudiantes. Knightsbridge Schools International no es la excepción.

30 de julio de 2020

Las experiencias durante la edad escolar dejan huellas para toda la vida y forman las actitudes frente al conocimiento, la vida, y los demás. La evidencia es sólida al respecto: aprender no sólo es una tarea de adquisición de contenidos. En cambio, es un proceso personal, social y emocional que requiere asumir una visión integral y dinámica del estudiante en cualquier propuesta educativa.  

Normalmente la educación puede verse afectada por diferentes causas, y el “ajuste” de un estudiante dependerá del grado en que su entorno comprenda que son las emociones las que conducen el aprendizaje y determinan procesos como la toma de decisiones, creatividad, relaciones interpersonales y, eventualmente, la propia salud física y mental. 

Por ello, el sostenimiento de un programa continuo de desarrollo y crecimiento personal, en el que cada estudiante sea abordado como un ser humano complejo e individual, ha sido prioridad del enfoque de Knightsbridge Schools International (KSI) para favorecer el bienestar socioemocional de sus alumnos. El programa institucional LIFE (Learning Interactions, Feelings, and Emotions - Aprendiendo Interacciones, sentimientos y emociones) permite favorecer y acompañar los procesos de desarrollo afectivo de los estudiantes a lo largo de su escolaridad a través de experiencias de aprendizaje significativo, según la etapa del desarrollo, en las que se favorece la maduración y adquisición de habilidades para el bienestar socioemocional y la salud mental. 

Este trabajo se fundamenta en los procesos de autoconocimiento, autorregulación y gestión afectiva necesarios para el entendimiento y el manejo de las propias emociones, la búsqueda de propósito y metas, la convivencia solidaria y el establecimiento de relaciones interpersonales positivas, en las que exista una toma de decisiones responsable a nivel individual y colectivo. 

No obstante, a causa de la pandemia por covid-19, podría decirse que atrás quedó un “viejo mundo”, en el que la enseñanza se desenvolvía como un proceso basado en relaciones y espacios físicos. En el presente, la propuesta formativa de KSI-Bogotá se ha adaptado a los retos que, en el actual panorama, implica la formación de las nuevas generaciones, a través del sostenimiento de la educación en tiempos de aislamiento con la incorporación de ambientes virtuales y herramientas digitales. 

Incluso con más fuerza que en el mundo “prepandemia”, la importancia del apoyo afectivo a los estudiantes a través de espacios de escucha individual resulta crucial. El aislamiento relacionado con la pandemia está causando preocupación global por la salud física y mental de niños y adolescentes, sobre todo porque ha propiciado cambios de comportamiento y expresión emocional, dificultades de concentración, aburrimiento, irritabilidad, angustia y ansiedad, sentimientos de soledad, malestar, y dificultades para procesar y verbalizar todo ello. 

Es por ello que KSI ha adaptado los programas de LIFE y de soporte emocional a estudiantes, a las modalidades semipresenciales y virtuales de aprendizaje, incorporando estrategias, narrativas, y plataformas digitales. El regreso a clases será un espacio donde se redescubrirán las conexiones con las instituciones, los demás y las emociones propias, y el acompañamiento tanto presencial como virtual a los estudiantes garantiza que sea, además, un espacio para el desarrollo de la resiliencia y las estrategias de afrontamiento de cada miembro de la comunidad. 

Los estudiantes de KSI han estado y estarán asesorados por un equipo de psicólogos que favorecen las discusiones sobre los eventos ocurridos durante el aislamiento, para así mantener la apertura a los sentimientos de incertidumbre y desazón y brindar oportunidades de reconexión social y con el entorno, y así, ayudar a cambiar el foco del miedo, el estrés y el desasosiego, a la serenidad, la calma y la consciencia de la propia resiliencia en la comunidad escolar.