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María Ángela Mejía. Gerente general de Lexmark Colombia. “El direccionamiento de cada empresa es único. Por eso, sus directivos deben investigar qué tecnologías les ofrece cada proveedor y cómo se relacionan con su negocio, antes de adoptarlas”.

Tecnología

Pensar en verde

Al tiempo que cuidan el medio ambiente, las tecnologías verdes ayudan a optimizar el consumo eléctrico, mejorar procesos y eliminar sustancias peligrosas.

24 de noviembre de 2009

Velar por la protección de los recursos naturales y adelantar medidas para reducir la explotación de las fuentes no renovables de energía ya no son acciones exclusivas de hippies del siglo pasado. Gracias a la implementación de tecnologías verdes, las compañías han encontrado una forma efectiva para reducir sus gastos, elevar la productividad entre sus empleados y garantizar una mayor vida útil de su infraestructura.

Las tecnologías verdes surgen del concepto de utilizar los recursos de computación de forma más eficiente. "Estas son herramientas que proveen los mismos servicios que las tradicionales, pero que tienen menor impacto en el medio ambiente a través del ahorro de energía y el uso de materiales más amigables", comenta Héctor Martínez, gerente de desarrollo de negocios para América Latina de APC. Según una encuesta adelantada por Symantec, entre 1.052 empresas de todo el mundo, el 29% de las compañías latinoamericanas ha implementado alguna estrategia en este sentido y el 68% está contemplando su integración. "Vemos que las empresas no solo están tomando más conciencia sobre el medio ambiente, sino además consideran que estas herramientas les ayudan a mejorar la administración de sus sistemas, optimizar sus procesos y bajar sus costos de energía", dice Daniel Rojas, gerente de mercadeo para el norte de América Latina de Symantec.

A diferencia de los tradicionales, los productos 'verdes' están fabricados en materiales reciclables y no incluyen sustancias químicas que puedan resultar peligrosas. "Los fabricantes ahora nos preocupamos por conocer todo el ciclo de vida que tienen nuestros productos, desde su elaboración hasta la forma en que cada uno de sus componentes puede ser reciclado", dice César Cabrera, director de normalización, calidad y procesos de Schneider Electric de Colombia.

En este sentido, varias empresas relacionadas con la impresión, como Lexmark o HP, cuentan con programas para recolectar los cartuchos vacíos de las oficinas de sus clientes, llevarlos de forma segura hasta sus plantas de reciclaje, hacer una gestión ambiental adecuada y reciclar la mayor porción posible de esos residuos. "El costo que asumimos los fabricantes es altísimo pues, en nuestro caso, ya hemos enviado 57 toneladas del material recogido a nuestra planta en Reynosa (México), donde es reciclado en su totalidad", comenta María Ángela Mejía, gerente general de Lexmark Colombia.

Algo similar sucede con las empresas de teléfonos celulares y de equipos portátiles que han diseñado programas para recolectar las baterías dañadas, a través de puestos en los centros de servicio de los operadores telefónicos y en almacenes de cadena. Así, evitan que estos componentes suelten ácidos o gases perjudiciales para el medio ambiente.

Las tecnologías verdes también integran funciones y características que ayudan a gestionar mejor la energía que necesitan para su operación y reducir el consumo en las organizaciones. "Por cada kilovatio que se utiliza, la empresa de energía ha utilizado tres para generarlo. Con sólo reducir el 30% en el consumo de nuestras compañías tendríamos un impacto muy alto en el medio ambiente", dice Héctor Martínez, de APC.

Por ejemplo, la virtualización es una tecnología que permite crear varios servidores a través de software para gestionar servicios de correos, almacenamiento o de red, en un solo equipo. Con su implementación, las compañías reducen el número de servidores que requieren en su operación, al tiempo que ahorran espacio físico y simplifican la infraestructura necesaria para refrigerar sus centros de datos.

La mayoría de equipos nuevos cumple además con el estándar Energy Star, que fija normas de eficiencia energética en computadores, monitores e impresoras. Estas reglas han dado origen a componentes que consumen menos electricidad, se calientan menos y garantizan una mayor duración de las baterías cuando se integran a equipos portátiles, como los procesadores Atom, de Intel, o los monitores con tecnología LED.

En el caso de la impresión, los fabricantes han integrado funciones que garantizan ahorros significativos en consumibles, papel y energía. "Entre las funciones con que ahora cuentan las impresoras están la posibilidad de usar las dos caras del papel o solo comenzar la impresión cuando el empleado se encuentra frente a ella. Así, se evita el desperdicio de recursos en las compañías", dice María Ángela Mejía.

A esto, Carlos Gaviria, gerente de consumibles de HP Colombia, agrega que las impresoras ahora cuentan con modos de ahorro de energía, en los cuales entran en estado de hibernación y se apagan automáticamente cuando no se utilizan durante algunos minutos.

De acuerdo con el estudio de Symantec, las empresas están dispuestas a pagar más por productos verdes ante la posibilidad de reducir el consumo eléctrico, bajar los costos de refrigeración y difundir una conciencia más verde entre sus empleados. En América Latina, un tercio de los encuestados pagaría al menos 10% más y el 15% lo haría entre 20% y 29% más.

Ahora bien, los fabricantes concuerdan en señalar que las características ecológicas no elevan el precio final de los productos, sino que son valores agregados gratuitos que simplemente generan mayor fidelidad del usuario con sus proveedores. "De hecho, un inconveniente que encuentran las empresas es el costo de la renovación tecnológica. Sin embargo, con el ahorro en energía ofrecido, los productos terminan pagándose antes de dos años", comenta Héctor Martínez.

Según Daniel Rojas, de Symantec, actualmente son las grandes corporaciones las que más adoptan estas medidas para cuidar el medio ambiente, pues comprenden el beneficio que perciben y cuentan con políticas internas para implementar este tipo de soluciones en sus procesos. Lastimosamente, la adopción de productos de tecnología verde en Colombia no ha sido tan masiva como podría esperarse, especialmente en medianas y pequeñas empresas.