La canasta alimenticia se está achicando

Aunque en Colombia no es frecuente, varios productos de la canasta alimenticia siguen con el mismo precio pese a que ahora vienen en un tamaño reducido.

13 de junio de 2011

Se trata de una estrategia que están utilizando muchas empresas en diferentes países.

Según algunos grupos para la defensa del consumidor, lo que buscan es pasarle al comprador aumentos encubiertos de precio y así compensar el alza en sus costos de materias primas.

En Reino Unido, por ejemplo, las barras de chocolate de la empresa Cadbury's pesan ahora 120 gramos en vez de 140 gramos, el equivalente a dos bocados menos, pero el precio al consumidor no fue alterado.

Las barras de chocolate Toblerone, otra marca ampliamente conocida en toda Europa, tienen ahora una pastilla menos.

Y la misma lógica se comenzó a aplicar en el caso de los jabones. En el Reino Unido, la marca Imperial Leather Soap redujo sus barras de 125 a 100 gramos, debido, según la empresa que los produce, a los aumentos en los precios de ingredientes como el aceite de palma.

En América Latina, esto se viene dando desde hace muchos años en Argentina en ciertos casos con productos como el vino, las bebidas gaseosas, el pan dulce, los turrones, las cajas de arroz y de fideos, los budines, entre otros.

Así lo dijo a BBC Mundo Héctor Polino, dirigente de la Asociación de Consumidores Libres de Argentina."Desde hace ya muchos años, hay una estrategia de marketing que consiste en reducir la cantidad de gramos o de centímetros cúbicos de los productos de la canasta de alimentos".

En Colombia eso está pasando en ocasiones con el pan, pero en la mayor parte de los casos los fabricantes no pueden disminuir la cantidad y cobrar el mismo precio sin contar con un permiso de las autoridades, según dijo a BBC Mundo la Confederación Colombiana de Consumidores.

Aumentos de materias primas

No hay duda de que las alzas de las materias primas han llevado a aumentos en los costos de producción de las empresas.

Cadbury señaló por ejemplo que redujo el tamaño de la barra de chocolate para garantizar precios asequibles, pese a que los precios del cacao se han más que duplicado en los últimos cinco años.

Pero lo que para los productores constituye una estrategia legítima de negocios, para grupos de defensa de consumidor no constituye una conducta muy transparente.

Martin Hocking, editor de la revista de asesoría al consumidor británica Which? señaló que se está buscando confundir a los consumidores.

"Si el precio no cambia, y el producto empacado luce idéntico, los consumidores van a pensar que están comprando la misma cosa", señaló Hocking.
Psicología del comprador

La tendencia constituye un buen estudio de caso para analizar la psicología de los consumidores.

Sheila Keegan, consultora de psicología y negocios, sostiene que los consumidores son más resistentes a aumentos de precios en su versión monetaria, que si esto se produce vía una reducción en el tamaño del producto.

"No compramos de forma racional", señala. "Hay más probabilidad de que la gente note cuánto cuesta algo que si un producto es más pequeño o no, o pesa menos".

Héctor Polino, de la Asociación de Consumidores Libres de Argentina, aconseja no sólo comparar precio sino también cantidad y calidad.

Pero Keegan recordó que la mayoría de los consumidores no tienden a inspeccionar el peso o las medidas de los productos que compran.

"La gente sigue hábitos a la hora de comprar. Compramos hoy lo que hemos comprado antes. La vida es muy corta para andar comparando las cosas, la mayoría de la gente no nota que el producto es más chico y eso es muy útil para los fabricantes".

Branson Leigh, de la empresa europea PZ Cussons, destacó que la gente siempre va a resistir los aumentos de precios, pero el tamaño del producto no los lleva a actuar.

"Los consumidores sólo tienen una cantidad determinada de dinero en sus bolsillos y estoy seguro de que prefieren que se reduzca la cantidad a que se suba el precio", dijo Branson Leigh.