ESPECIAL COMERCIAL

Computación en la nube

Aunque el desarrollo de este servicio avanza y, en 2020, 4 de cada 5 pequeños negocios estarán adaptados, el potencial aún es inmenso.

20 de marzo de 2015

Hoy, en el mundo más de 2.400 millones de personas usan algún servicio basado en la nube, según cifras de la firma  RapidScale, y 90% de las empresas ya usa, por lo menos, alguna solución de software como servicio. Un tercio del presupuesto de TI en las empresas medianas se destina a la nube, y en 2020 cuatro de cada cinco pequeños negocios estará adaptado a ella. 

Latinoamérica –según IDC– este mercado supera los US$300 millones anuales, y se lo distribuyen firmas como Amazon, IBM, VMWare y Google. Además encontró que 56% de las empresas de la región ya ha adoptado alguna solución en la nube. Gunther Barajas, director regional de ventas para Epicor Latinoamérica, destaca que “en Colombia, la adaptación del mercado a la nube es la más avanzada en América Latina, que es la región de más alto crecimiento para Epicor en licenciamiento bajo demanda (SaaS)”.

El potencial de crecimiento aún es inmenso, no solo porque todavía muchas organizaciones –y gobiernos– no la han adoptado, sino porque la gran mayoría apenas ha tenido avances con la computación en la nube, pero aún no ha apostado a fondo por ella. Gracias a esta tendencia, organizaciones de todos los tamaños y sectores económicos logran implementar tecnología sin tener que hacer grandes inversiones iniciales en hardware y licencias de software, reducen los costos de soporte y personal técnico al tercerizar tareas, pueden responder rápido a los cambios del mercado y desarrollar ágilmente nuevos productos.

Para Barajas, de Epicor, “la nube aporta mayor flexibilidad a los clientes para adoptar tecnologías como ERP, al brindarles la infraestructura de manera casi inmediata y los procesos de negocio habilitados más rápidamente”.

¿QUÉ FRENA SU ADOPCIÓN? 
Varios retos hay enfrente para que la nube se expanda en todas las organizaciones y se convierta en algo estratégico y no táctico. El primero es la preocupación por el control por parte de las áreas de TI. Los líderes de estas suelen creer que, al depender de un proveedor remoto, no ser dueños de los equipos y delegar procesos a un tercero no solo pierden el control, sino que aumentan los riesgos. Pero se ha demostrado que, al especializarse, brindan mejor calidad, disponibilidad y seguridad, sin quitar la gestión a sus clientes.

El otro desafío es el de las percepciones de rendimiento y confiabilidad con los sistemas propios. En el país, el estudio Cloud Computing. Una perspectiva para Colombia, de Cintel, suma otros dos: prevención acerca de la responsabilidad de los proveedores en la nube acerca del cumplimiento de normas internacionales sobre almacenamiento y distribución de información –pero los contratos que hacen las empresas serias no dejan lugar a temores o incumplimientos–, y el de la dependencia de la conectividad, algo que tiene asidero cuando se trata de organizaciones con oficinas en poblaciones pequeñas o zonas rurales, donde aún las conexiones
a internet están lejos de ser las deseadas.

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