Cada FiDi tiene un costo y unas condiciones específicas de acuerdo con el proyecto inmobiliario en el que se quiera invertir. | Foto: Sxc

Información Comercial

El Modelo FiDi, una alternativa de inversión

El auge de la construcción en el país ha convertido a los derechos fiduciarios *FiDis en una excelente alternativa ya que permite al inversionista adquirir un derecho sobre un conjunto de bienes conocido como fideicomiso.

31 de julio de 2013

La figura jurídica representa en un solo paquete el capital necesario para cubrir los costos de construcción de un proyecto inmobiliario, los cuales son administrados por una entidad fiduciaria, vigilada por la Superintendencia Financiera de Colombia, lo que brindan un nivel adicional de protección y seguridad al inversionista.

FiDi, es un acrónimo que significa "figura internacional de derecho fiduciario inmobiliario", comercializados por FiDiGlobal, esta modalidad de inversión permite a los pequeños inversionistas obtener una participación en los proyectos inmobiliarios más importantes del país y del continente, sin necesidad de contar con un gran capital.

Cada FiDi tiene un costo y unas condiciones específicas de acuerdo con el proyecto inmobiliario en el que se quiera invertir, con un monto total desde US$20 mil, se separa con una cuota inicial del 10% de su valor y el excedente se paga en cuotas mensuales que pueden ir de 24 a 36 meses según el acuerdo adquirido.

Emilio Borrella, director general BD Promotores Colombia, a cargo del complejo BD Bacatá Bogotá Down Town, el proyecto inmobiliario más grande del país realizado bajo este modelo de inversión, afirmó que esta figura, genera seguridad en los inversionistas ya que “La fiduciaria sólo libera el dinero que ha estado en la cuenta rindiendo intereses, cuando se cumplan los requisitos establecidos para obtener viabilidad en cada etapa, garantizando así que los recursos solo sean usados por y para el proyecto y en caso no lograr el punto de equilibrio, los recursos simplemente serían devueltos a los inversionistas”.

Un Fidi es un parte alícuota de una propiedad inmobiliaria, es decir, que quien compra uno, se hace dueño de una fracción del inmueble, y su rentabilidad dependerá de la explotación del mismo y su valorización, lo que lo hace ideal también para los inversionistas extranjeros, ya que estos a través de sus derechos sobre el fideicomiso reciben una renta mensual por los usos del inmueble, y además les permite ahorrar muchos de los trámites, impuestos y registros que normalmente se originan en la transferencia de inmuebles.

*Los FiDis no son una inversión financiera. Por lo tanto, no garantizan una rentabilidad ni su redención en un plazo determinado. La rentabilidad del FiDi depende del desempeño del activo inmobiliario subyacente.