Las patinetas eléctricas pasaron de ser un artículo a un servicio de movilidad sostenible. | Foto: LEÓN DARÍO PELÁEZ

ECONOMÍA CIRCULAR

De consumidores a usuarios

La economía circular plantea un nuevo modelo de producción y de consumo. Esto implica un cambio profundo en los hábitos de las personas, quienes pasan de ser compradores de productos a usuarios de servicios.

2 de mayo de 2019

Cerca de 500 kilos de plástico se están dejando de usar al mes a través de KipClin, un emprendimiento de Medellín que ofrece el servicio de recargar con líquidos de limpieza y aseo los envases ya usados. ¿Cómo lo hacen? Hay dos maneras: la empresa KipClin tiene una estación de servicio –como las de gasolina–. Los usuarios pueden hacer su recarga allí. La segunda es solicitando el servicio a domicilio.

La compañía ideó un sistema de refill para distribuir los productos de aseo y limpieza, y los comercializa en su página web. “El sistema de refill es un aporte importante a la lucha contra el plástico de un solo uso. El material utilizado para empacar detergentes es muy grueso y se demora mucho en degradar”, destaca Tita Ochoa Carvajal, gerente de KipClin.

Este caso permite entender el cambio de paradigma que implica la economía circular. “Este tipo de economía busca cerrar ciclos de materiales. Comunmente consumimos productos desechables cuya vida útil es muy limitada. Por ejemplo, una botella de agua fabricada con plástico PET, apenas al abrirla es desechada. La economía circular propone alargar la vida útil de los materiales, convertirlos en productos más duraderos y evitar que sean desechados en rellenos sanitarios”, explica Bart van Hoof, profesor asociado de la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes y doctor en Ecología Industrial.

Le puede interesar: Inauguran en Medellín el primer Centro para la Cuarta Revolución Industrial de Hispanoamérica

Hay otros ejemplos de reemplazar un producto con un servicio. Las cada vez más populares patinetas eléctricas que se alquilan a través de aplicaciones hacen parte de un sistema de transporte en el que en vez de comprar el producto se usa un servicio durante un corto tiempo para desplazarse de un lugar a otro. No se necesita ser propietario para poder usarlas y este es un cambio importante en la lógica de consumo.

¿Cómo dar ese paso? De acuerdo con Van Hoof, se puede lograr a través de los buenos ejemplos y dando un giro hacia nuevos valores. “Hay ciertos productos que dan un estatus, como, por ejemplo, tener un carro. Se requiere entonces un ajuste en los valores para cambiar las aspiraciones de las personas. Ya no se trata de tener un carro, sino de ser un ejemplo en el uso eficiente del transporte. Yo no quiero tener una patineta, sino ser un usuario de esta. Hay que cambiar los referentes en la sociedad. Muchas veces identificamos a las personas con lo que tienen y eso va a cambiar, porque una forma más eficiente del consumo significa no ser propietario y ese es un cambio de fondo”, asegura.

Jugador mundial

La cadena de ropa sueca H&M es uno de los principales exponentes de la economía circular. Desde 2013 aplica a sus procesos este modelo. Uno de sus programas revolucionarios es la recolección de ropa, la cual recibe de sus clientes y se las entrega a I:CO, una multinacional alemana que realiza tres procesos: recicla, reaprovecha o reutiliza. En Colombia han recolectado 32.200 kilos de ropa.