El código de barras también identificará las diferentes especies de animales.

Tecnología

El código de barras sigue encontrando aplicaciones

Lo que empezó como una herramienta para contar vagones de trenes comerciales ahora se utiliza para identificar las diferentes especies de seres vivos.

18 de noviembre de 2012

Hace 24 años en Colombia las fábricas y supermercados codificaban sus productos de forma manual, llevaban los inventarios en tarjetas de papel y cuando las personas compraban, el número de referencia que identificaba el producto debía ser digitado manualmente por la cajera.

Este proceso quedó en el pasado con la revolucionaria llegada del código de barras, una herramienta que permite identificar, clasificar e inventariar productos de forma digital,  automática e internacional.

La historia dice que en 1952 científicos norteamericanos inventaron y patentaron el primer código de barras; sin embargo los ingenieros Raymond Alexander y Frank Stietz fueron quienes adaptaron este código que en principio fue útil para contar los vagones del ferrocarril al mundo comercial.

El éxito de esta herramienta solo se vio mundialmente en 1980, en Colombia 29 empresas decidieron adoptarlo en 1988. Hoy en 2012 (después de varias décadas de investigación) es posible hablar del código de barras ADN que sirve para identificar y clasificar individuos y especies alrededor del mundo.

El código de barras de ADN es una región de la cadena ADN estandarizada, que sirve como una etiqueta para la identificación rápida de las especies, es el sistema de identificación más eficaz actualmente y sirve para facilitar el conocimiento, clasificación, conservación y uso sustentable de la biodiversidad”, explica el Hermano José Espitia, Director del Museo de La Salle.

Lo más importante de este hallazgo que ya se ha puesto en práctica en más de 43 países en el mundo, incluyendo Colombia, es que el uso de códigos de barras de ADN, no solo ayuda a organizar las especies conocidas, sino que también brinda una descripción extensa de su comportamiento, hábitat e interacción con las demás especies, por ejemplo si es depredador, si es venenoso, si está peligro de extinción, etc.

Para conocer en detalle cómo funciona y la cantidad de ventajas que ofrece el código de barras de ADN, la experta Mailyn Adriana González, PHd en Ecología, Biodiversidad y Evolución, ofrecerá una conferencia de entrada libre a las 4 pm en el Museo de La Salle (cra. 2No.10 – 70).

Código de barras de ADN

El mundo enfrenta actualmente una crisis de biodiversidad ante la cual los institutos científicos y universidades hacen un llamado a las naciones para realizar el inventario de su biodiversidad e implementar programas de conservación y desarrollo sostenible. En este sentido, los códigos de barras de ADN se han propuesto como una herramienta de identificación rápida de especies, estándar y costo-eficiente.

En Colombia, varias universidades e institutos han venido compilando de manera independiente cantidades modestas de códigos de barras de ADN de organismos como mosquitos, anfibios, mariposas, plantas y hongos; además de haber una voluntad de unir esfuerzos a nivel nacional y consolidarnos un nodo nacional del Proyecto Código de Barras de la Vida iBOL (por su sigla en Inglés). Este hecho podría generar de forma más eficiente y concentrada los códigos de barras de la biodiversidad del país”, explica González.

A pesar de los avances en el tema, en Colombia la iniciativa del código de barras de ADN se ve limitada principalmente por el acceso permisos para recolectar especímenes y para acceder a recursos genéticos, así como por obtener recursos financieros que apoyen el proceso.

Por otro lado, existe también el debate acerca de la importancia de publicar los datos a nivel nacional, de manera paralela a su publicación en bases de datos internacionales; sin embargo países como México, que tienen más experiencia, optaron por crear un modelo similar de BoLD, el sistema de datos de Código de Barras de la Vida, para mantener una copia de los datos en su país sin crear una base de datos aislada ni redundante internacionalmente.

 “El código de barras de ADN permite también nuevos hallazgos, pues los códigos que no concuerden con ninguna especie presente en la base de datos de referencia pueden sugerir que la base de datos está incompleta o que se trata de una posible nueva especie. Por otro lado, pueden revelar divergencia genética muy alta dentro de una misma especie sugiriendo la existencia de especies gemelas, conocidas científicamente como especies crípticas”, asegura González.