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En la mira chilena

El interés en Colombia de los inversionistas del país austral crece como espuma. Durante los últimos 12 meses han llegado capitales procedentes de Chile por más de US$2.000 millones. El auge inversor continúa.

6 de noviembre de 2012

La inversión chilena directa en el país reforzó su tendencia y ahora apunta a alcanzar niveles históricos. De hecho, desde 2010 hasta la fecha han llegado a Colombia más del doble de capitales chilenos que en la década pasada completa (2000-2009), alcanzando una cifra que a partir de 2010 ya supera con amplitud los US$3.000 millones, de acuerdo con la información del Departamento de Inversiones en el Exterior de Chile.

El año anterior nuestro país fue el tercer receptor de capitales chilenos en el mundo, alcanzando un monto de US$837 millones, de los cuales 38,2% fueron destinados a proyectos del sector industrial; 37,2%, al de servicios, y el restante 24,6% fue para el sector energético. El empleo total generado por este boom de inversiones chileno en Colombia supera los 35.000 puestos de trabajo y, de ellos, 68,4% corresponde a empleo directo y 31,6% a indirecto; el sector de los servicios es el mayor generador de alternativas laborales con 66%, seguido por el de energía, con 30%.

Las inversiones recientes del país austral en Colombia demuestran en los últimos años un enorme interés de los empresarios chilenos por ganar presencia en los sectores de retail y de servicios de salud, informática y financieros; y, más recientemente, en los de generación y distribución de energía, combustible y gas. El cubrimiento nacional de capitales chilenos es notorio y abarca a la fecha ciudades y poblaciones de los departamentos de Antioquia, Atlántico, Cundinamarca, Bolívar, Boyacá, Santander, Valle del Cauca, Cesar, Tolima, San Andrés y Providencia, La Guajira, Meta, Norte de Santander y Risaralda.

“Es evidente el crecimiento y creo que con la llegada de Corpbanca, Ripley y otras compañías chilenas que están en proceso de entrar, podemos hablar de una verdadera avalancha inversora y calculamos que en los últimos 12 meses han llegado a Colombia capitales australes por una cifra cercana a los US$2.000 millones. Lo cual es, sin duda, un récord”, afirma Ignacio Fernández, director de la Oficina Comercial de Chile (ProChile) en Bogotá.

Los hechos lo demuestran. Basta mencionar que hace un par de meses el Banco Santander fue adquirido por su similar chileno Corpbanca, por US$1.200 millones; y hace apenas unas semanas la Compañía Farmacéutica Recalcine (CFR), también de Chile, adquirió el laboratorio farmacéutico Lafrancol en una operación que ascendió a US$562 millones. “Colombia representa cabalmente el gran potencial de crecimiento de los mercados emergentes”, dijo durante la formalización de la operación el socio controlador de CFR, Alejandro Weinstein.

Luna de miel
Entre Colombia y Chile hay una relación sana, construida por años de acercamientos fructíferos y de buenas relaciones políticas y económicas. El comercio bilateral está sustentado en el actual Acuerdo de Libre Comercio entre ambas naciones, vigente desde el 8 de mayo de 2009 y que libra de aranceles 100% del comercio bilateral. En opinión de expertos de ProChile, el acuerdo permitió –además– mejorar todas las disciplinas comerciales; como, por ejemplo, normas de origen, procedimientos aduaneros, facilitación del comercio, políticas de competencia, medidas sanitarias y fitosanitarias y obstáculos técnicos al comercio.

Y sobre esa base de acercamientos y de confianza viene creciendo el intercambio comercial entre los dos países, que registró un incremento de 39,2% el año pasado, impulsado por un aumento de 42,5% en las ventas colombianas a Chile y de 32,5% en el sentido contrario. De acuerdo con las cifras chilenas de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), en 2011 el número de empresas del país austral con exportaciones hacia Colombia fue de 1.065, contra las 956 que lo hicieron un año atrás.

El actual boom inversor chileno es abrumador, y no para. De hecho, proliferan los anuncios de grandes empresas de ese país interesadas en abrir operaciones en el mercado colombiano. “Lo que empezó a mediados de los noventa, cuando el gobierno obtuvo logros concretos en materia de seguridad y Colombia empezó a ganar la confianza internacional, se traduce hoy en un interés inversor sin precedentes”, afirma José Palma, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria Colombo-Chilena.

La cadena chilena de tiendas Ripley ya anunció su arribo a Colombia para el primer semestre de 2013, con una inversión de US$272 millones estimada para los próximos cuatro años, y con la cual entrará a competir con sus coterráneas Falabella, Sodimac, Mall Plaza y La Polar, que ya tienen presencia en el país. De igual manera, la farmacéutica austral Socofar –matriz de Cruz Verde– anunció la adquisición de un porcentaje no especificado de Farmasanitas.

El sector de la construcción también concentra varios anuncios interesantes. La Constructora e Inmobiliaria Empresas Armas, por ejemplo, afina su estrategia para entrar al país. Ya cerró un acuerdo con la inmobiliaria local Prodecol y para su primer proyecto en Bogotá, la compañía chilena proyecta inversiones por US$18 millones.

Así mismo, la firma Ingeniería y Construcción Sigdo Koppers (ICSK), anunció que estudia su arribo al sector en Colombia, al igual que la Constructora Besalco que ya tiene seleccionadas dos firmas en las cuales entrarían como socios.

Por su parte, Sonda, empresa chilena de Tecnologías de la Información (TI), acaba de anunciar un plan de expansión para los próximos tres años con inversiones que superan los US$700 millones. Colombia está dentro de su estrategia de crecimiento, junto con Brasil y México. Y lo anterior, sin contar con los planes de expansión de las que ya están presentes en Colombia.

Más inversiones
Las compañías chilenas interesadas en hacer negocios en Colombia aumentan cada día. Al país llegarán pronto, por ejemplo, los casinos de la empresa Enjoy. Esta organización entendió que en Chile el espacio para crecer es mínimo y que por tanto solo pueden lograrlo mediante acciones concretas en el exterior y Colombia refleja las oportunidades para crecer, donde la oferta de esta modalidad de negocios es aún incipiente.

También, la distribuidora de productos de belleza DBS anunció que planea entrar a Colombia en unos dos años, aprovechando las sinergias que se puedan generar con alguna de las cadenas de retail de su país, presentes en Colombia. Y, por último, acaba de llegar al mercado nacional la chilena Atentus, una empresa con sedes en Argentina, Perú, Uruguay y Chile, especializada en el área de calidad y analítica web.

“Las grandes empresas de Chile ya están todas en Colombia; ahora el potencial es enorme para las medianas y pequeñas, que comienzan a llegar como grupos familiares”, puntualiza José Palma, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria Colombo-Chilena.

Inversión, con historia
En 1990 –con la apertura económica del gobierno Gaviria– nació en firme una sólida relación comercial entre Colombia y Chile, la cual ha estado marcada por dos ciclos claramente definidos. El primero estuvo asociado a inversiones en los sectores de salud, minero y energético (principalmente, a la generación y distribución de electricidad), y sucedió entre 1994 y 1997; y el segundo arrancó en 2003, y está asociado a inversiones directas relevantes en el sector de servicios y en particular en materia de comercio minorista (retail) y, más recientemente, de energía y del sector industrial.

La inversión total directa recibida por el país en los últimos 22 años supera los US$8.900 millones, según cifras de Direcon, y representa para el periodo 14,2% de las inversiones chilenas en el exterior. De ese total colombiano, el sector energético ha representado 68,8%; el de servicios, 19,9% (el comercio –retail– aporta 67% de ese total); el industrial, 10,7%, y el minero, el 0,6% restante.