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Amparo Polanía, presidente de Constructora Colpatria. | Foto: Archivo Semana

Entrevista

Vivienda bien, pero la infraestructura...

La presidente de Constructora Colpatria, Amparo Polanía, le contó a Dinero.com su percepción del sector de la construcción, los incentivos del gobierno y lo que está pasando en Bogotá.

28 de mayo de 2013

¿Cómo está el sector constructor en el país?

Bien, el sector de la construcción siempre va un poco acorde con la economía. Aparte de que es un gran generador de empleo y contribuye de manera positiva al  PIB.

El sector inmobiliario sigue teniendo una dinámica importante, a pesar de que se ha visto afectado en algunas ciudades.  Lo que pasa es que permanente se están desarrollando planes y estrategias de diversificación para desarrollar una actividad relevante. Todas las discusiones que se están llevando tienen que desembocar en soluciones que respondan y mantengan la dinámica que se requiere.

¿Cómo ve todo el plan de incentivos del gobierno que pretende dinamizar la construcción y comercialización de vivienda?

El programa de las 100.000  viviendas en todo el país, con resultados que ya se ven, impulsa toda la economía, pues todos los insumos que ahí se manejan y la mano de obra genera un nuevo mercado.

Las nuevas medidas para volver a activar el subsidio a la tasa son positivas porque es directo a la capacidad de crédito y el poder adquisitivo de los hogares de la clase media, que es el mayor generador de trabajo y el que mueve toda la economía. 

Ahora, el tema de las 86.000 viviendas, que tienen un esquema diferente a las 100.000 unidades gratuitas, tiene unos aportes importantes que tocarán a los estratos 1 y 2 de manera significativa.

¿Constructora Colpatria está participando en estos proyectos de viviendas gratis?

Si, lo hace con 1.548 unidades, de las cuales 448 son en Cereté y 1.100 en Ibagué. Las primeras entregas se harán en el mes de junio.

¿Son rentables para el negocio?

Esperamos algún margen. Las estamos haciendo de la mejor manera, pero es importante participar porque es un nuevo mercado. La manera en como quedaron estructurados los proyectos dan seguridad tanto al gobierno como al constructor y a todos los actores que intervienen en el desarrollo.

Esperamos salir adelante cumpliendo con calidad, precio y plazo, y dejando algún rédito en la parte de conocimiento, en la parte de social y algo en la parte económica.

¿Cómo ve la situación de infraestructura en Bogotá?

En Bogotá hay muchas cosas por hacer, lo que genera gran expectativa en las empresas del sector. Está en revisión el tema del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), el cual esperamos que finalmente pueda alinearse para responder a todas las necesidades que tiene la ciudad y mantenga la dinámica que requiere para continuar con su desarrollo.

Esperamos que todos esos puntos que han entrado como en divergencia o contradicción puedan finalmente alinearse y aplicarse, porque no se trata solo del POT sino de la aplicación del mismo.

¿Qué hace falta para dinamizar más el desarrollo de la ciudad?

Hace falta la dinámica que se requiere, sobre todo para el tema de movilidad, el cual parece tener ya más forma con los estudios y análisis que se están haciendo, para que de una vez por todas pueda salir adelante una solución que resuelva las necesidades. Llevamos años discutiendo, presentando, decidiendo, pero es hora de darle un impulso grande porque, por ahora, todos resultamos afectados. Sin infraestructura, Bogotá es cada vez menos competitiva.

Fuera de eso, los precios del metro cuadrado en Bogotá están por las nubes ¿a qué atribuye ese fenómeno?

Las variables y los indicadores muestran que definitivamente no se trata de una burbuja como se ha discutido en medios y otros escenarios. Lo que sucede es que hay una menor oferta y, además, una demanda que sigue siendo estable y consistente con las necesidades de la ciudad, por el crecimiento en el número  de los hogares.

También, la calidad de la vivienda ha ido mejorando permanentemente, los ambientes y la forma en que se entrega hacen que la gente cada vez pueda evolucionar más en la calidad de vida.

Además, hay un tema en la habilitación del suelo que ha estado represado en los últimos años, lo que hace que la oferta se contraiga y, al final, esto es un tema de oferta y demanda. Se encarece el suelo y, finalmente, se encarecen todos los componentes de la vivienda.