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| Foto: Getty Images

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Vale, un gigante minero enlodado por dos tragedias en Brasil

La rotura de un dique en el estado de Minas Gerais en Brasil provocó muertes, destrucción y más de 300 desaparecidos. Esto le genera un grave desafío financiero a la compañía luego de que el gobierno le congelara US$3.000 millones de sus cuentas.

28 de enero de 2019

La compañía brasileña Vale, considerada como el mayor productor mundial de mineral de hierro, está de nuevo en el centro de una tragedia ambiental y humana, tras la ruptura el pasado viernes 25 de enero de un dique en la localidad de Brumadinho, estado de Minas Gerais, deja un balance provisional de 60 muertos y cerca de 300 desaparecidos.

No es la primera vez que esta compañía se ve envuelta en una tragedia. En noviembre de 2015, un dique de la empresa Samarco, de propiedad conjunta entre Vale y la anglo-australiana BHP, cedió en el municipio de Mariana, a 125 km de Brunadinho, y provocó un tsunami de barro que mató 19 personas y causó el peor desastre ecológico de la historia de Brasil.

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Esta vez las implicaciones de la nueva tragedia podrían terminar golpeando duramente el bolsillo de la minera, cuyas acciones se hundían en las bolsas de valores este lunes 28 de enero, luego de que la justicia brasileña tomara la decisión de congelar recursos por US$3.000 millones de las cuentas de Vale. Estos recursos se usarán para compensar perjuicios y daños ambientales y para asegurar el pago de salarios. La cifra representa cerca de la mitad del flujo de caja que tenía la empresa al cierre de septiembre del año pasado, de acuerdo con datos del diario Valor recogidos por la agencia AFP.

En 2017, cuando asumió como nuevo presidente de Vale, Fabio Schvartsman, asumió su cargo con el lema “Mariana nunca más”. Desde que se presentó este primer desastre en Mariana, la empresa había logrado recomponer sus finanzas y hasta el jueves pasado su valor en bolsa subió 258%.

La compañía fue fundada en 1942 bajo el nombre Vale do Rio Doce, en Minas Gerais, y fue de propiedad estatal hasta 1997, cuando fue privatizada. Su sede se encuentra en Rio de Janeiro. Actualmente es la mayor productora de mineral de hierro y de níquel del mundo, y también produce manganeso, carbón y cobre. Alcanzó una producción récord de mineral de hierro y pelotas de hierro en 2017, de 366,5 millones de toneladas.

La compañía tiene presencia en 30 países, y casi la mitad de sus ingresos provienen de mercados como China, Europa, Japón, América del Norte. Sus operaciones en Brasil representan en 8% de sus negocios.

Para febrero próximo tenía previsto divulgar sus resultados financieros de 2018, que dan cuenta de unas utilidades netas por US$ 5.507 millones, frente a una ganancia neta de US$ 3.982 millones de 2017. Sin embargo, ya anunció que suspenderá el pago de dividendos a los accionistas tras la rotura del dique, y luego de que se celebrara una reunión extraordinaria del consejo de administración.

En la reunión, se dio la orden de suspender el programa de recompra de sus propias acciones, por una cifra aproximada de US$1.000 millones, así como el pago de remuneraciones variables para los ejecutivos de la firma.

Hasta el viernes pasado, antes de la tragedia, la capitalización de mercado de Vale era de unos US$78.700 millones, lo que la convertía en la tercera mayor minera del mundo, detrás de las anglo-australianas BHP y Rio Tinto.

Las acciones de Vale en Sao Paulo se derrumbaron este lunes más de un 20% y en Estados Unidos perdieron 8% el viernes y el lunes retrocedían más de 16%.

Casi la mitad del capital de Vale pertenece a inversores extranjeros.

La compañía tiene 76.500 empleados a nivel mundial y además de la minería, opera hidroeléctricas, trenes y puertos para colocar sus productos en el mercado. Ahora el gran desafío será, además de responder por los daños ambientales y las indemnizaciones por las vidas que se perdieron, recuperar la confianza de los mercados, las autoridades y la comunidad, y mantener a flote la operación.

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*Con información de AFP.