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Presidente de Fedebiocombustibles, Jorge Bendeck

Energía

Todavía no hay dilema entre biocombustibles y alimentos

En el país, menos del uno por ciento del área potencialmente agrícola es utilizada para la siembra de caña de azúcar y palma de aceite para la producción de etanol y biodiesel respectivamente.

31 de agosto de 2012

El presidente de Fedebiocombustibles, Jorge Bendeck, ha entregado un parte de tranquilidad ante los medios de comunicación, donde señala que la industria de biocombustibles no atenta contra la seguridad alimentaria de los colombianos.

Adicionalmente, los productores de biocombustibles han decidido privilegiar el consumo interno de sus productos, por lo cual han optado por reducir sus volúmenes de exportaciones.

Desde hace más de 10 años los productores de azúcar han venido utilizando el mismo número de hectáreas en sus cultivos. Por ejemplo, la producción actual de etanol se realiza con cultivos de caña sembrados antes del año 2000, cuyo producto, el azúcar, se destinaba para mercados de exportación.

Colombia aún sigue siendo exportador neto de azúcar, lo cual garantiza suficiente abastecimiento para el mercado nacional y los productores del Sector Azucarero operan bajo el principio de priorizar las ventas internas de azúcar sobre las exportaciones.

En cuanto a la producción de aceite de palma, los cultivos han venido creciendo a una rata de 30 mil hectáreas por año, en terrenos de pasturas degradables.
 
“Desde hace aproximadamente 8 años, Colombia decidió apostarle a la producción de biocombustibles, hoy por hoy somos el segundo productor de etanol y el cuarto de biodiesel en América Latina con una producción anual de 360 millones de litros en etanol, y 556 millones de litros de biodiesel. Esto demuestra lo estratégica que es su producción para el país, y el potencial de crecimiento que tiene la industria y que no compromete la seguridad alimentaria”, asegura Jorge Bendeck, presidente de Fedebiocombustibles

La producción de biocombustibles permite al país, reducir su dependencia y mantener las reservas de fuentes energéticas no renovables, como la gasolina u otros combustibles fósiles derivados del petróleo”, agrega.
 
Respecto a los futuros cultivos de caña azucarera y palma en los llanos y en el norte de Colombia para la producción de etanol y biodiesel,  éstos se están desarrollando en tierras de ganadería extensiva y de “pasturas degradables”, lo cual no compite de ninguna manera con la producción de alimentos.
 
En seguimiento a las declaraciones del Doctor Bendeck, fueron presentadas las conclusiones  del  estudio “Energía para el desarrollo sostenible” de la  FAO, el cual concluye para  Colombia que, “en términos generales, hasta ahora no existe un conflicto entre el desarrollo de los biocombustibles y la seguridad alimentaria, pues para suplir la demanda interna de biocombustibles, solo se han sustituido exportaciones de aceite crudo de palma y azúcar crudo, para la fabricación de biodiesel y bioetanol, respectivamente”.  
 
Por último, el presidente de la Federación de Biocombustibles, resaltó el impacto positivo que trae el desarrollo de una industria como ésta sobre el medio ambiente.

Así, exaltó el  estudio de Análisis de Ciclo de Vida – ACV –contratado por el Ministerio de Minas y Energía, y elaborado por “The Swiss Federal Laboratories for Materials Science and Technology” (EMPA) de Suiza, el Centro Nacional de Producción Más Limpia y Tecnologías Ambientales de Medellín (CNMPL) y la Universidad Pontificia Bolivariana (sede Medellín), en donde se muestra que el etanol colombiano reduce en un 74% las emisiones de  Gases Efecto Invernadero y el biodiesel de palma de aceite lo hace en un 83%, si se compara con las de la gasolina y el ACPM respectivamente. 
 
El mismo estudio, señala que la producción de alcohol actual no implicó deforestación ni uso de tierras agrícolas adicionales. De la misma manera, muestra que hay un potencial de 4,9 millones de hectáreas aptas para la producción de etanol de caña de azúcar. Esto implica que se puede expandir la frontera agrícola sin competir con la producción de alimentos.