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Presidente de Renault-Sofasa, Luis Fernando Peláez | Foto: Archivo Semana

Automotores

Renault-Sofasa sí cree en la industria

La empresa que ensambla la marca francesa parece haber encontrado la fórmula para que el negocio sea viable. Inclusive, considera convertirse en fábrica, tal y como lo hizo GM Colmotores.

20 de febrero de 2014

Al contrario del drama que vive la Compañía Colombiana Automotriz (CCA), que ensambla Mazda, Renault-Sofasa tiene un panorama más despejado para seguir sacándole el jugo a su planta en Envigado (Antioquia) y tiene planes de inversión para que la integración de los vehículos sea más nacional.

En entrevista con Dinero.com, el presidente de Renault-Sofasa, Luis Fernando Peláez, lamenta la situación por la que atraviesa CCA y reconoce que el país no ayuda mucho para ser competitivo por los costos logísticos que representa y la competencia que está llegando de todo el mundo.

“Indiscutiblemente preocupa al sector el paro técnico que anunció CCA Mazda porque, sin duda alguna, afecta la actividad industrial, que a su vez penaliza al sector de autopartes”, dice Peláez.

Sin embargo, señala que Renault-Sofasa quiere mostrar la otra cara, pues en la medida en que la empresa pueda desarrollar eficiencias en costos, logre dinamizar las exportaciones y diseñe estrategias comerciales exitosas, le dará vigencia al negocio del automóvil.

En ese sentido, la ensambladora parece haber encontrado el camino, o así lo evidencian las cifras reportadas por la compañía, que en 2013 ensambló 74.664 unidades, un 6% más que en 2012, y exportó 34.622 vehículos, un 17,6% más frente al año anterior.

A pesar de los esfuerzos de la empresa, el directivo advierte que varios aspectos siguen quitando competitividad a la industria:

Explica que hay un costo inherente a las piezas, razón por la cual, en la medida que se puedan integrar más autopartes en el país de manera rentable, se disminuirá el costo.

El tema logístico sigue siendo una debilidad, el presidente de la ensambladora dice que es necesario trabajar la eficiencia de las aduanas, de los puertos, el costo del transporte, para lo cual las inversiones en infraestructura deberían ayudar.

Otros elementos, según Peláez, tienen que ver con el costo de la energía, el gas, que impactan directamente el costo de la fabricación. 

Sin embargo, explica que una de las claves para la empresa ha sido el mercado externo: México, Argentina, Chile, Ecuador, Perú, Centroamérica y el Caribe,  a dónde llegan con vehículos como la Duster, el Sandero y el Logan.

Precisamente, el directivo reveló que están considerando la inversión en tecnología para llevar a cabo el proceso de estampado y grafitado, tal y como lo hizo GM Colmotores en Zoficol, lo que ayudaría a reducir mucho más los costos de producción, la diferencia es que no estaría en un zona franca.

Por ahora, la marca Renault alcanzó un crecimiento de 2,2% en ventas el año pasado frente a 2012 y 0,6 puntos más en la participación de mercado, con 44.358 unidades matriculadas en el RUNT y una participación del 16,1%.