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Catalina Prieto asegura que su estilo de liderazgo consiste en dar línea al equipo y dejar que cada uno haga su trabajo. No le gusta la microgerencia. | Foto: Pilar Mejía

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Despegar y Viajes Falabella comparten gerente en Colombia

Tras comprar a Viajes Falabella, Despegar decidió que cada empresa funcione por separado para que no se canibalicen. En Colombia, sin embargo, hay una sola cabeza para ambas firmas. ¿Quién es y cuáles son sus planes?

6 de febrero de 2020

Como economista, Catalina Prieto inició su carrera en los lugares que suelen asociarse con su profesión: Planeación Nacional, Anif y Procolombia. En este último trabajo hizo algo de investigación sobre turismo, pero no se imaginó que llegaría a encabezar dos de las más mayores agencias de viajes del país.

El primer paso para convertirse en la country manager de Viajes Falabella y de Despegar en Colombia consistió en entrar a Crédito Fácil Codensa, el negocio de financiación que tenía la empresa de energía bogotana (hoy en manos de Colpatria), que la contrató para montar una unidad de viajes. Este proyecto no se concretó y Catalina pasó al área de financiación de electrodomésticos. De allí saltó a ser gerente de marketing para la región Andina de Dell y luego dio el paso a CMR Falabella, cuando aún no era banco y solo tenía la tarjeta de crédito. Trabajó en retail financiero hasta 2016, año en que empezó a gerenciar Viajes Falabella, agencia que funciona bajo el paraguas de la cadena chilena, pero que es una empresa independiente.

En esas estaba cuando en abril del año pasado la compañía argentina Despegar, que es la agencia de viajes más grande de América Latina por volumen, adquirió las operaciones de Viajes Falabella en Chile, Colombia, Perú y Argentina por US$27 millones.

Con esta operación, en Despegar vieron la oportunidad de crecer de manera inorgánica y adquirir el conocimiento de Viajes Falabella en formación de paquetes turísticos, además de toda su infraestructura física de atención al cliente, mientras que para Viajes era la oportunidad de fortalecer su oferta digital.

Los nuevos dueños decidieron no unificar las dos empresas sino mantenerlas separadas para que no se canibalicen en un sector bastante competido. No obstante, en Colombia hicieron una excepción y nombraron a Catalina como cabeza de las dos compañías.

Su responsabilidad desde entonces ha sido liderar un equipo de 180 personas en Viajes Falabella y otro de 500 en Despegar. Vale la pena recordar que esta firma tiene en Bogotá un call center que atiende clientes del portal en varios de los 21 países donde opera.

"El reto ha estado en fusionar culturas empresariales: la chilena de Falabella, la argentina de Despegar y la colombiana. La idea es acercar los equipos y mantener los valores de ambas marcas", explica.

Para ejecutar esa ‘integración‘ su lema ha sido la transparencia y establecer espacios de comunicación. Todos los jueves hace reuniones con los equipos para que pregunten lo que quieran.

Para Despegar, una empresa cuyas acciones están inscritas en la bolsa de Nueva York, Colombia es su cuarto mercado después de Argentina, Brasil y México. Hasta 2018, último año disponible en cifras, facturó en el país $77.631 millones, siendo solo superada por Aviatur, mientras que en ese mismo año Viajes Falabella alcanzó $24.706 millones.

En ambos casos los ingresos subieron más de 20% anual y su meta es mantener ese ritmo y la relevancia de ambas compañías en Colombia.

La devaluación, dice, ha afectado los viajes al exterior en el caso de las personas que quieren hacer turismo pero no tienen definido un destino. Entre quienes ya saben a dónde quieren ir, lo que hacen es posponer el viaje hasta que encuentran el precio del dólar más ajustado a su presupuesto.

Los paquetes a Cartagena, San Andrés, Santa Marta, Medellín y Bogotá son los más vendidos en el país y hacia el exterior el destino preferido es México, seguido de Estados Unidos.

Tras varios años en el sector turismo, esta ejecutiva que hace ejercicio y medita a diario, ya está acostumbrada a que amigos y familiares le consulten sobre sus viajes e incluso que aspiren a que ella les pueda ayudar cuando las maletas no llegan. Gajes del oficio de una economista viajera.