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Su papel de office manager la hace responsable de articular, junto con los 9 socios, la construcción del futuro de la consultora y definir la estrategia. | Foto: Karen Salamanca

PERFIL

Angela Samper, la nueva office manager de McKinsey

Esta ingeniera industrial y mecánica con MBA de la Universidad de Chicago, a sus escasos 34 años es la primera office manager de McKinsey en Colombia y en la región.

14 de junio de 2020

En 2010, Angela Samper llegó a la sede de McKinsey, una de las principales firmas de consultoría en el mundo, en Bogotá y, tras un proceso de selección, ingresó como analista de negocio.

Ahí, esta ingeniera industrial y mecánica de la Universidad de los Andes empezó su carrera que diez años después se ha convertido en uno de los ejemplos del avance en las organizaciones en materia de diversidad de género e inclusión, en una transformación que, aunque puede tomar tiempo, ya se está dando: a partir de enero de este año fue designada como office manager de la operación de McKinsey en Colombia, siendo también la primera mujer en ocupar ese cargo en la región. Además, es la primera mujer en América Latina –con excepción de la operación en Brasil–, al menos en los últimos años, en ser elegida como socia de McKinsey.

Dos años después de haber ingresado, Samper hizo parte del programa de la firma que financia la maestría a los analistas que van a regresar. Estuvo en la Universidad de Chicago, donde cursó un MBA, por dos años.

Su regreso coincidió con una coyuntura retadora para McKinsey: la firma llevaba un par de años tratando de abrir la oficina en Medellín. Junto con otros dos socios, a quienes considera sus mentores, llegó a la capital antioqueña para consolidar ese mercado.

En Medellín fue gerente de proyecto, socia asociada –el rol antes de socia– y, tras cumplir un ciclo, llegó el momento de regresar a Bogotá, con el deseo de avanzar en nuevos campos de acción. Aunque al principio de su carrera estuvo asesorando diferentes industrias, en el último lustro ha venido especializándose en el sector financiero. ¿Por qué? “Es uno de los que más disrupción, transformación y reinvención está requiriendo, no solo ahora, sino en la última década”, dice. Su trabajo lo concentra en transformaciones a gran escala, donde los objetivos pueden ser o crecer disruptivamente un negocio o lograr eficiencias, con transformaciones en muchos frentes y dimensiones, atendiendo mercados como Chile, Perú, Ecuador, República Dominicana, Guatemala, El Salvador y Panamá.

Su papel de office manager la hace responsable de articular, junto con los 9 socios, la construcción del futuro de la consultora y definir la estrategia. “La consultoría –explica– es un animal muy cambiante. Si te quedas quieto en hacer lo que haces hoy, seguramente en 4 o cinco años eso no es tan relevante porque ya salió la nueva tecnología o la nueva temática”.

Hoy entre los socios es la única mujer. Pero en el rol de socio asociado, la firma ya tiene 9 mujeres “y eso es espectacular, porque quiere decir que en un par de años nuestro nivel de diversidad en el grupo de socios va a ser muy amplio”, advierte con entusiasmo.

Para ella, con la mentoría y el enfoque correctos, la flexibilidad, la resiliencia y algo de paciencia se logra que las mujeres tengan un espacio muy balanceado con los hombres en temas de liderazgo.

“McKinsey se ha expuesto en la última década como una de las organizaciones en lograr esa equidad de género en los cargos de liderazgo y eso se ha notado. Pero hay trabajo por hacer”, dice.

Su debut como responsable de la firma no pudo ser más retador, pues llegó la pandemia. “Fue la disrupción que seguramente necesitábamos para reinventarnos –señala–. Para nosotros ha sido más una oportunidad que cualquier otra cosa”.

Pero esa reinvención por la covid también abarca otros frentes: “transformar el modelo operativo –ahora más híbrido entre lo presencial y lo remoto–, la forma y el tipo de trabajo que hacemos, pero sobre todo la manera en que entre los distintos equipos generábamos una conexión. Y eso va a cambiar”, anticipa.

Practica el yoga y la meditación, que le ayudan a enfocarse. Disfruta de la música, en especial de los conciertos y las presentaciones en vivo, aficiones que por los aislamientos se han visto afectadas. Pero tiene la batuta de una de las principales consultoras del país.