Los protocolos que proponen las barberías para retomar sus labores

Uno de los segmentos más afectados por las medidas de aislamiento social y preventivo por el coronavirus es el de los barberos. Así como los peluqueros, este segmento de la economía no ha podido trabajar y se han visto obligados a cerrar sus negocios.

Se estima que en el país hay cerca de 100.000 establecimientos dedicados a ofrecer servicios de barberías y peluquerías y según cálculos de la organización Barberías Unidas, de la industria barberil en Colombia derivan su sustento más de un millón de personas entre franquiciantes, emprendedores, operadores, administradores, empleados y profesionales independientes.

El gremio ha hecho un llamado al Gobierno Nacional y a las alcaldías locales y municipales para que, con diferentes protocolos puedan reabrir sus locales. Buscamos llegar a un acuerdo para poder empezar a operar de forma segura y resguardando los puestos de trabajo. Pedimos que nos escuchen”, afirmó Jhon Isaza, vocero de Barberías Unidas en Colombia.

Según cuenta Isaza, quien además es fundador de la marca Figaro Baber Shop establecimiento especializado en barbería y cuidado personal con más de 20 puntos de operación a nivel nacional, dadas las medidas hoy sus ingresos son cero y se han visto afectadas unas 200 familias. “El ingreso nuestro hoy es cero, y los gastos fijos como alquileres, servicios y el pago a empleados se mantienen. Hace 50 días que nuestras puertas están cerradas y la situación se torna insostenible”, dijo.

Ante esto, el sector ha realizado una serie de propuestas para iniciar la activación de sus negocios para lo cual resaltan es una de las industrias que más ha avanzado en bioseguridad, ya que dentro de sus protocolos está el uso de tapabocas y guantes para atender a los clientes. 

Así, además de estas medidas, la asociación ha propuesto una serie de acciones que les permita volver a operar. Entre ellas destacan mantener una distancia de dos metros entre cada silla de barbería; medición de temperatura en la entrada a clientes y equipo de trabajo; horarios flexibles; agendamiento previo de citas; uso obligatorio de elementos de protección; esterilización constante de máquinas y herramientas y la higienización de infraestructuras de manera periódica. 

“En las barberías, lo que debe primar siempre es la higiene. Los barberos se avan permanentemente las manos antes y después de atender. Implementamos la esterilización permanente con antiséptico y alcohol de sillones, apoya brazos, pileta lavacabezas, un paño desinfectante al ingreso del salón, para que el cliente pise y así higienice las suelas de su calzado”, aseguró Felipe Pantano, gerente de operaciones de Figaro Barber Shop. 

Pantano aseguró que pese a que el contacto con el cliente es muy cercano, estos establecimientos están acondicionándose con las medidas necesarias para el cuidado personal. Incluso, se ha presentado que algunos clientes les solicitan el servicio vía domicilio, lo cual “es más riesgoso para las familias y la comunidad porque en los hogares es más difícil cumplir con las reglas de desinfección”.

La organización envió una carta a las diferentes autoridades manifestando su preocupación y solicitando la autorización de la reapertura gradual de los establecimientos. “Necesitamos un puente, un delegado del Gobierno con quien podamos construir el medio o canal de reactivación de nuestras actividades y que nos permita volver a trabajar lo más pronto, que nos ayude a volver de manera homogénea, coordinada y supervisada a todos los que dependemos de esta actividad económica”, puntualizó Isaza. 

Junto con esto, Barberías Unidas hizo un llamado a los pequeños negocios, grandes cadenas y grupos de interés asociados al sector económico barberil para que se unan a la campaña y se registren en la página web www.barberiasunidascol.org , donde encontrarán protocolos de seguridad para su reactivación.