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La Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo se quedó con el control de Promigas

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Luis Carlos Sarmiento logró el control de Promigas

A través de Corficolombiana, adquirió una participación del 18,72% sobre Promigas en una Oferta Pública de Adquisición y se convirtió en el mayor accionista de la compañía.

26 de noviembre de 2012

En la Oferta Pública de Adquisición de acciones sobre el 20% de las acciones de Promigas, ofrecida por Corficolombiana, se recibieron aceptaciones por $634.600 millones.

Tras esta operación, Corficolombiana pasa de tener una participación directa e indirecta del 25,3% en Promigas a una de 44,66%.

Al respecto José Elías Melo, presidente de Corficolombiana aseguró que “este proceso nos ha permitido aumentar significativamente nuestra participación en Promigas, empresa en la cual hemos participado desde hace más de 30 años”.

Corficolombiana continúa apostándole a sectores que le permitan fortalecer su portafolio de inversiones, que se caracteriza por tener un criterio de largo plazo, con inversiones por $3,5 billones y una composición sectorial diversificada.

“El incremento de nuestra participación en Promigas hace parte de nuestra estrategia de negocio, uno de cuyos focos es el sector de energía y gas”, afirmó José Elías Melo.

Corficolombiana, es una entidad financiera con un respaldo patrimonial de $2,82 billones. Mantiene un portafolio de inversión caracterizado por activos de largo plazo, con inversiones por $3,5 billones y una composición sectorial diversificada.

¿Por qué en gas?

Estratégicamente, el sector de gas tiene un gran potencial en el país. Las reservas actuales garantizan suministro hasta 2017, pero algunos analistas calculan que solo costa afuera las reservas prospectivas podrían llegar a los 50 billones de pies cúbicos.

Sin embargo, hay un hecho que puede transformar la industria mundial. El shale gas está en su furor y en países como Estados Unidos, con inmensas reservas, –ha logrado quintuplicarlas–, alcanza un precio más atractivo que el gas natural convencional.

En ese sentido Estados Unidos podría pasar de ser un importador neto a convertirse en exportador. Allí, lo importante, en el caso de Promigas –y de las empresas distribuidoras o de transporte–, no será de dónde provenga este combustible sino la infraestructura para soportarlo.

Promigas tiene las redes y una gran porción del mercado nacional. Y está a la espera de las señales que dé el regulador para apostar con plantas de licuefacción en la costa que permitan importar o exportar gas, así como del desarrollo de tanques de almacenamiento.