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Venezuela como México deben lidiar con ingresos más bajos del petróleo.

Industria petrolera

El hombre que desbarató acuerdo por Pacific Rubiales tiene un plan

El hombre que el mes pasado contribuyó a malograr una oferta de 2.100 millones de dólares canadienses (US$1.600 millones) por Pacific Rubiales Energy Corp. impulsa ahora al productor petrolero independiente más grande de América Latina a crecer en medio del peor colapso del crudo en décadas.

23 de agosto de 2015

Alejandro Betancourt, el venezolano de 35 años que controla casi 20% del capital accionario de Pacific, dice que el crecimiento de la compañía con sede en Colombia depende de su capacidad para acceder a nuevos recursos y mercados en México y Venezuela. Mientras tanto, necesita vender activos para sobrevivir.

Betancourt sorprendió a los analistas cuando rechazó una compra por parte de Alfa SAB y Harbour Energy Ltd. en junio, llevándolos a abandonar su oferta. Ahora, en tanto avanza para ampliar su influencia con Pacific, Betancourt está tratando de dejar atrás dudas anteriores respecto de sus prácticas empresariales en Venezuela, junto con lo que dice que ha sido una pelea familiar perturbadora. La recompensa podría ser grande: un empujón para Pacific y un nuevo rol para Betancourt como exponente principal para la energía en la región.

“Nuestra visión a largo plazo es que Pacific necesita ingresar en nuevos mercados para crecer”, dijo Betancourt, que integra un pequeño grupo de jóvenes venezolanos ricos que prosperaron cuando Hugo Chávez era presidente.

Los comentarios de Betancourt tienen lugar en momentos que tanto Venezuela como México deben lidiar con ingresos más bajos del petróleo. En Venezuela, la compañía estatal Petróleos de Venezuela SA, o PDVSA, está trabajando con socios extranjeros para desarrollar grandes reservas petrolíferas en el Río Orinoco. México está atrayendo inversores extranjeros a su sector petrolífero por primera vez en décadas.

‘Enfoque más amplio’

Si bien Pacific se negó a hacer declaraciones sobre los comentarios de Betancourt, el máximo responsable ejecutivo, Ronald Pantin, dijo el 13 de agosto que su relación con sus mayores inversores “es muy buena”. Al día siguiente, la compañía fue rebautizada como Pacific Exploration and Production Corp., que según el comunicado de la empresa reflejaba “un enfoque más amplio en América Latina”.

Es una incógnita si ese enfoque incluye una expansión en Venezuela. Antes de ser designado ejecutivo máximo de Pacific, Pantin encabezaba la unidad de servicios de PDVSA. Se opuso a desviar ingresos del petróleo para proyectos sociales promocionados por el fallecido presidente Chávez y abandonó PDVSA en 2000.

“Tratamos de concentrarnos en los principios macroeconómicos fundamentales, y no vernos influenciados por el riesgo político de nuestro país”, dijo Betancourt durante una entrevista en sus oficinas en el último piso con vistas al distrito financiero de Caracas.

“Creemos que Venezuela tiene un potencial tan grande, un margen tan grande para crecer, que las recompensas de traer nuevamente al país buena gente petrolera son evidentes”.

El primer paso para Pacific quizá sea más reestructuración, según Orlando Alvarado, gerente de cartera de O’Hara Administration, la compañía propiedad de Betancourt que reunió la participación más grande en Pacific. Si la participación de O’Hara alcanzara 20%, tendría que llevar a cabo una oferta pública de adquisición, dijo Pantin en su teleconferencia con analistas el 13 de agosto.

(Bloomberg)