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Óscar Moreno, socio de F&M Technology. | Foto: Alejandro Acosta

Tecnología

Llegó la hora de desconectar la impresora

En septiembre inicia una etapa piloto de la facturación electrónica, proceso en el que sólo el 2% de las empresas colombianas se encuentran inmersas. Conozca qué tanto ahorraría dejando atrás el papel.

18 de julio de 2013

En 1.999 salió la Ley de Comercio Electrónico, que entre otros aspectos, indica que una firma manuscrita tiene la misma validez que una electrónica. En 2007, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, Dian, estableció cómo era el funcionamiento, sin embargo en Colombia, quizás por cultura, los que facturan no han encontrado el punto de inicio para desconectar la impresora.

Óscar Moreno, socio de F&M Technology, y quien empezó a trabajar en facturación electrónica hace cinco años señala que en esa época sólo contabilizaba 50 facturas por este medio, actualmente suma 700 mil y aunque la participación aumenta, la penetración sigue siendo pequeña frente al mercado empresarial.

Algunas cifras señalan que en el país, sólo el 2% de las empresas han migrado a la facturación electrónica, de las cuales 847 son grandes, más de 800 mil pequeñas y medianas y un millón seiscientas mil microempresas.

Qué juega a favor y en contra

Moreno considera que el tema es cultural y explica que la facturación electrónica es un método autorizado por la Dian que habilita el envío de cuentas en formato digital a través de Internet.

“Todos los que generan facturas se pueden montar en la facturación electrónica. Un médico, un arquitecto, una empresa, todos la pueden generar electrónicamente”.

Otro de los miedos es el costo. No obstante, los gastos en la cuenta física de una empresa, dependiendo el tamaño, podrían alcanzar los $23 millones. Con la electrónica, $4 millones. La implementación se encuentra entre $400 mil y $1,5 millones.

En seguridad, la plataforma está basada en: certificados electrónicos, firma digital y encriptación de datos eliminando la necesidad de imprimirlas y dejando constancia que la factura existió.

Entre las ventajas se cuenta también con la eficiencia en los procesos, el cuidado de medio ambiente, y un mejor flujo caja.

En el mundo del papel...


El documento se imprime, la empresa que lo emite le pone las firmas y los sellos, el mensajero lo traslada y debe almacenarlo 10 años.

En el mundo electrónico...

La expedición se hace con tres sellos de seguridad, se entrega y se realiza la notificación por medio electrónico, o celular.

El negocio de facturas electrónicas en Colombia es de US$50 millones mensuales y las proyecciones es que a dos años el 50% de las empresas en Colombia entren a la facturación digital, mientras tanto, los países de la región ya están inmersos en este tipo de procesos.

Las empresas no sólo se enfrentan a los inconvenientes de infraestructura en el país, afrontan una tendencia mundial en temas tecnológicos que están tocando la puerta a través de los tratados de libre comercio y la inversión extranjera.