La innovación abierta y ágil para contener la pandemia

Si hay algo que se ha hecho evidente para la industria química es la responsabilidad que tenemos frente al manejo y el control de la pandemia generada por la covid-19. Esta responsabilidad surge por lo que somos capaces de hacer: pasar de la idea a la acción muy rápidamente y estar presentes, día a día, en todos los momentos de la vida de los seres humanos. 

Por eso, entendemos esta situación como un llamado a ser extremadamente ágiles a la hora de promover la innovación y la transferencia de conocimiento, con el fin de brindar soluciones, crear nuevas posibilidades y compartir información de valor rápidamente. Como muchas otras industrias, somos solidarios, pero no solo aportando desde nuestras posibilidades, sino creando y construyendo de la mano con otras industrias para poder distribuir a nivel mundial todos nuestros hallazgos, innovaciones, nuevos productos y nuevas ideas. Estamos convencidos de que, para controlar esta pandemia, todos debemos remar hacia el mismo lado, como un solo equipo. 

Por esta razón, es el momento de la innovación abierta, para que todo aquel que encuentre una solución o una alternativa la comparta con el mundo. Ese es nuestro compromiso en la industria química: dar lo mejor de nosotros y trabajar con toda nuestra capacidad de adaptación e innovación, para poder apoyar a las industrias con quienes compartimos constantemente.  

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Es importante resaltar que las compañías que hemos invertido en innovación, en tecnología, en conectividad, en recurso humano, en diversidad, en priorizar a los clientes y en tener un propósito claro estamos mucho más preparadas para una situación como la actual y, por eso, estamos llamadas a rodear a la sociedad decididamente y a promover en otras compañías aprendizajes como la importancia y el valor que han generado estas inversiones y la decisión de hacerlo para sobrellevar cualquier reto, como el actual, que puede ser el más duro que hemos asumido como humanidad en la última era. 

Nunca antes hemos visto la celeridad que nos ha exigido la coyuntura ni la forma actual en que los seres humanos hemos respondido queriendo crear muy rápidamente soluciones. Por ejemplo, en Asia, logramos desarrollar a gran velocidad productos que se utilizan en hospitales de campaña. En Estados Unidos trabajamos e hicimos público un desarrollo para caretas de protección en plástico para muchas industrias. En Latinoamérica estamos trabajando con clientes con el fin de desarrollar artículos de protección para el personal médico o para quienes requieren protección extrema, y, lo más positivo, estamos trabajando con compañías colombianas con mucho ingenio y con capacidad de crear y entregar novedosos productos y opciones. 

En definitiva, hay una red global pensando y ejecutando. Eso es algo muy valioso que puede resultar de esta situación. Tenemos que pensar en hacer las cosas juntos, porque siempre hay un bien común más poderoso que cualquier interés propio. 

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Ahora, no podemos avanzar, evolucionar y crear, dejando atrás lo que ya aprendimos —y la obligación más grande que debemos tener como industriales—: el cuidado de nuestra gente y del medio ambiente. Por eso, todo lo que desarrollemos debe ser sumamente responsable en este sentido. Debe honrar la economía circular, por el bien de nuestro planeta y las generaciones venideras.

Este es el momento de todos. Debemos articularnos entre industrias, entre competidores, entre gobiernos y entre seres humanos para que lo que parece eterno llegue muy pronto a su final. 

*Por: Juan Pablo Contreras, director Comercial de Dow