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Instagram fue víctima de un caso de ciberocupación que lo llevó a demandar

Con más de 700 millones de usuarios activos mensualmente, Instagram es hoy una de las redes sociales más poderosas del mundo. Fue justamente esa notoriedad, la que llevó a esta compañía a convertirse en una carnada atractiva para los ciberocupantes.

26 de septiembre de 2017

El pasado  3 de julio de 2017 la red social Instagram, representada por Hogan Lovells, presentó una demanda ante el Centro de Arbitraje y Mediación de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) ante un presunto caso de apropiación indebida de su nombre.

La compañía de origen estadounidense demandó a una organización alemana que registró un nombre de dominio web llamado ‘lnstagram.eu’ sin habérsele concedido ningún derecho sobre la marca.

“El demandado ha registrado y utilizado el nombre de dominio de mala fe”, declararon los voceros de la compañía Instagram en el informe presentado al tribunal de la OMPI.

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En dicho documento destaca que la compañía demandante es la principal aplicación de redes sociales del mundo en el ámbito del intercambio de fotos y videos desde el año 2010.

En la actualidad su posicionamiento es muy sólido con más de 700 millones de usuarios activos mensuales, así como 250 millones de fotos y videos compartidos por día en promedio.

La notoriedad de su marca es evidente.

De hecho, Instagram es catalogado como uno de los 18 sitios web más visitados en el mundo y se encuentra entre las principales aplicaciones para dispositivos móviles.

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Justamente en el informe se afirma que esta herramienta digital ha recibido numerosos premios como "App of the Year" en 2011 por Apple, Inc.

Instagram tiene numerosas marcas en varias jurisdicciones del mundo, incluida la Unión Europea (UE) y los Estados Unidos.

La OMPI identificó la “mala fe” de la persona que registró el domino web en disputa, dado que lo hizo mediante el uso de un servicio privado de protección con el fin de ocultar su identidad. 

“No hay ninguna razón por la que el demandado debe proteger su identidad”, afirmó la OMPI al respecto.

A pesar de las acusaciones, el demandado no presentó queja alguna y ni siquiera contradijo las afirmaciones de Instagram frente a este caso.

 En virtud de las razones expuestas el tribunal de la OMPI tomó la decisión teniendo en cuenta tres factores puntuales: que el nombre de dominio controvertido sea idéntico o similar a uno registrado, que la persona que lo registró no tenga derechos frente a la marca y que lo haya utilizado con intención maliciosa.

La OMPI encontró varios de estos elementos en el caso y por ello definió que el sitio web fuera transferido a la red social, en conformidad con las leyes internacionales de propiedad intelectual.

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