Guerra comercial: ¿oportunidad o condena?

Los anuncios del presidente Donald Trump de imponer aranceles a cientos de productos que llegan de China y ordenar a las empresas de su país abandonar la producción que tienen en el gigante asiático buscan domar al dragón chino. Sin embargo, este no se ha quedado quieto y también ha mostrado sus dientes, con los anuncios de imponer aranceles a los productos estadounidenses.

Este cruce de anuncios y amenazas proteccionistas ha generado incertidumbre en los mercados, destorcidas en las bolsas y una volatilidad en el precio del dólar que, para el caso de Colombia, ha llegado a superar los $3.400.

Una de las preocupaciones por una guerra de este estilo es el posible desvío del comercio de China o Estados Unidos, que afecte las producciones locales y amenace la industria de cada país. Por eso, muchos se preparan para implementar, como se ha hecho en Colombia, aranceles a productos como el acero y el aluminio –medidas de salvaguardia y antidumping–, que buscan conservar la estabilidad en el comercio.

Como lo ha mencionado el Gobierno, será necesario buscar nuevos mercados ante una posible caída de los precios de los commodities y aumentar la capacidad exportadora del país. Incluso también podría convertirse en proveedor para sectores en China o Estados Unidos, que resulten afectados por este conflicto comercial.

Martín Gustavo Ibarra, socio de Araújo Ibarra.

Algunos ven la situación como una gran oportunidad. Martín Gustavo Ibarra, socio de Araújo Ibarra, asegura que la guerra comercial deja a Colombia bien parada y el reto estaría enfocado en “reinventar los productos y servicios con los cuales comunicarnos con el mundo, y crecer de manera importante las cifras de comercio internacional”.

Mientras se decanta todo este escenario, Colombia avanza con un nuevo Estatuto Aduanero que llega para enfrentar los conflictos derivados de la dispersión normativa y la falta de criterios uniformes por parte de entidades estatales.

Nicolás Potdevin , socio Gómez Pinzón Abogados.

Para Nicolás Potdevin, socio de Gómez Pinzón Abogados, la inseguridad jurídica es el principal punto a enfrentar con el nuevo estatuto. Espera que los cambios introducidos por la Dian le den un mayor aire de confianza institucional.

El sistema aduanero debe ser más eficiente, pues sus fallos, por ejemplo en temas tecnológicos, representan un impacto en el crecimiento económico. “Facilitar el comercio no es dejar de controlar, es controlar de forma eficiente”, asegura Potdevin, quien teme que exista una confusión entre quienes creen que facilitar el comercio es dejar de cumplir con la función de control del Estado. En realidad implica un proceso de identificación de riesgos.

Juan David Barbosa, socio Posse Herrera Ruíz.

Juan David Barbosa, socio de Posse Herrera Ruiz y codirector del Observatorio de Jurisprudencia del ICDA, destaca la importancia de lograr una mayor eficiencia en la resolución de disputas. Resalta que, “el tiempo promedio de un litigio entre un importador y la Dian está entre 6 a 8 años”, Esto genera que los usuarios aduaneros decidan no discutir las aprehensiones, aún cuando en ocasiones son cuestionables.

Aunque Barbosa destaca el giro que ha tenido la Dian, reconoce que no se puede ver únicamente el incremento del 15% en las aprehensiones como un referente de desempeño. “El problema viene siendo, ¿de esas 50.000 aprehensiones, cuántas son a compañías legales y cuántas a compañías que están por fuera de la ley?”.

Por eso se deben superar discusiones en torno al diligenciamiento de formularios, y pasar a debates de fondo como la facilitación y fortalecimiento del comercio exterior.

Es importante que Colombia se enfoque en su relación comercial con Asia y África, de cara al Pacto del Pacífico y la posible creación de nuevas rutas comerciales. El país tiene grandes oportunidades con estos nuevos socios comerciales y nuevos nichos del mercado, como el cannabis medicinal. En todos estos escenarios, el papel legal será estratégico para aclarar los mecanismos de comercio y facilitar los negocios en un entorno cada vez más complicado.