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El presidente de GM Colmotores, Jorge Mejía.

Entrevista

En la Industria automotriz la amenaza es México

Al presidente de GM Colmotores, Jorge Mejía, le preocupa la industria mexicana porque tiene una infraestructura más competitiva y porque no hay aranceles a las importaciones desde ese país.

Henry Rodríguez
5 de mayo de 2014

¿En qué se traduce el cierre de CCA Mazda para la industria automotriz colombiana?

Se trata de un suceso que se había anticipado muchas veces debido a la gestión de tratados de libre comercio con países como Corea del Sur, que actualmente está en proceso, y México, con el que ya hay un régimen de cero arancel.

Pero la piedra en el zapato realmente es México, cuya industria paga salarios que están por la mitad o, inclusive, la tercera parte de los que actualmente se pagan en Colombia. Logra producir por la mitad del costo que tienen en Colombia y tiene un volumen de ventas de hasta 20 veces lo que se produce en el país.

Todo eso le permite tener una masa crítica tanto para las plantas como para los proveedores especialmente importantes.

No se trata de algo diferente a lo que ya se ha hablado, lo que pasa es que en el momento que llega a ser real es más preocupante. Nos impacta a todos y esperamos que lo sucedido con la ensambladora de Mazda haga reaccionar a todos los actores del sector, al gobierno principalmente, y reflexionar sobre cuáles son las cosas que tenemos que mejorar si queremos que la industria automotriz se desarrolle. Ojalá no sean simplemente dos o tres plantas, sino que sean muchas por el beneficio del empleo en Colombia.

¿Cómo los ha afectado el crecimiento en la importación de vehículos?

Claramente la marca Chevrolet ha tenido que asimilar una mayor competencia, nosotros actualmente tenemos 26% de participación cuando llegamos a tener 36% hace menos de cinco años. Además hoy en día hay 63 marcas en el mercado y hace 5 años no eran más de 20.

Sin embargo, venimos recuperando espacio. Distribuir una marca y ofertar una marca de vehículos no es simple, no se trata de comprar en cualquier país y poner una sala de ventas, es más complejo, las especificaciones técnicas son grandes.

¿La inversión en Zoficol si ha mostrado la rentabilidad esperada?

No hay que mirar para atrás para cuestionar lo que se ha hecho o no se ha hecho. Las decisiones que se tomaron se tomaron bien y en el momento que se tenían que hacer.

Vamos bien, han cambiado algunas cosas en ese escenario: uno, cuando se hizo la inversión se esperaba que el mercado estuviera cerca de las 400.000 unidades, pero decreció, lo que nos ha hecho perder dos años en nuestras previsiones. Sin embargo confiamos que a fínales de este año estemos llegando a los niveles de 2011 o muy cerca.

Y dos, la relación con Ecuador en el tema político es compleja. El desarrollo económico de ellos ha hecho un poco más complicadas las exportaciones desde Colombia. Hemos visto proveedores nuestros instalando plantas en el país vecino porque es un requisito.

Entonces, han cambiado algunos patrones en el mercado y han aparecido otras oportunidades, las cuales iremos manejando en cada espacio y momento.

¿Qué tanto lo preocupa un TLC con Corea del Sur?

No se trata de una amenaza, tomará 10 años en tener un impacto y, por ello, ya estamos trabajando muy fuerte para que en unos cinco años podamos responder como país y decir: en Colombia se pueden producir carros.

Los próximos 10 años son los años de la verdad. Yo creo que vamos a llegar a donde queremos llegar. Por ahora me preocupa más México que Corea porque este último tiene muchas complicaciones en el tema laboral, los costos están subiendo de manera importante cada año.

Los grandes productores en ese país son Kia y Hyundai, que al final son lo mismo, y nosotros, que estamos cambiando algunas fuentes de desarrollo de productos futuros; mientras que Kia y Hyundai ya tienen, mal contada, la mitad de la producción por fuera de Corea. En ese sentido, el país asiático no será tan competitivo como lo fue en el pasado.

¿Cómo van las ventas este año?

Cerrando abril estará entre 3,5% y 3,8% por encima del año pasado, lo cual es positivo. Cuando se viene de dos años de escuchar que el mercado cae, en el momento que repunta es satisfactorio. Sin embargo, mayo y junio serán complejos por temas de elecciones, más aún si hay segunda vuelta.

El mundial también afectará, razón por la cual el primer semestre terminará estable. El  segundo semestre estará mejor porque, además, rematará con el Salón del Automóvil.