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Lipoarmonía es una empresa colombiana que nació por una necesidad médica y que hoy ha conquistado el mercado de ocho países por sus diseños y su calidad en las confecciones.

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Las fajas de exportación

Lipoarmonía es una empresa colombiana que nació por una necesidad médica y que hoy ha conquistado el mercado de ocho países por sus diseños y su calidad en las confecciones.

29 de agosto de 2014

Nacieron en 2001 cuando, por asuntos médicos, la familia Zárate tuvo que viajar a Estados Unidos para un tratamiento. Al finalizar el procedimiento al que la hija de Franklin Zárate se tuvo que someter, el médico a cargo de ella solicitó varias prendas de comprensión y aprovechó para consultarle a esta familia qué proveedor colombiano suministraba estos implementos.

La esposa de Franklin, con conocimientos en color textil, ingenió la forma para confeccionar ella misma una prenda que se ajustara a lo que su hija necesitaba, creando una faja que resultó ser la prenda perfecta para el tratamiento posquirúrgico de la joven.

Ahí, sin saberlo, la familia Zárate inicia las operaciones de Lipoarmonía. En 2002, regresan a Colombia con pocos recursos económicos y una noche, Franklin soñó con una faja, no obstante, no veían la confección de fajas como una opción de negocio. Haciendo caso a su sueño, Zárate en una bolsa plástica empacó una faja que días anteriores habían confeccionado y de esta forma empezó a visitar cirujanos plásticos. Con el tiempo, Zárate recibió llamadas de los médicos a los que visitó y su demanda empezó a crecer.

Esta empresa fue apoyada por Proexport y la Cámara de Comercio de Bogotá CCB por quienes, según Zárate, actual director de ventas de la empresa, han identificado sus errores y han aumentado sus ventas en el extranjero, siendo más reconocidos en el mercado internacional que en el nacional. Para esta compañía ha sido clave el asesoramiento de expertos en materia de promoción y divulgación, especialmente, con el Modelo de Servicios Empresariales que lidera la CCB.

Actualmente, la empresa que inició en un garaje, emplea a 32 personas y exporta más de US$500 mil anuales, reponiéndose de una caída en sus ventas con el mercado estadounidense. Desde hace diez años exportan a Estados Unidos y actualmente a países como Panamá, México, Costa Rica, República Dominicana, Venezuela, Chile, España, Inglaterra y en alguna oportunidad llegaron a Rusia.

Según Zárate, sus productos se han destacado en el extranjero por el diseño de las prendas, la calidad en las confecciones y su estrategia posventa. El lema de trabajo de esta empresa es servir así vendan poco, pretendiendo que sus clientes se lleven experiencias gratas de venta y negocio.

Ahora producen prendas de comprensión liviana diseñadas para deportistas y actualmente están renovando su portafolio de productos. Esperan que en los próximos diez años puedan consolidarse como referentes en los mercados en los que ya tienen presencia y en nuevos países centroamericanos.