Enel desiste de ir por Electricaribe

El poderoso conglomerado italiano de energía Enel, que en Colombia es socio del Grupo Energía de Bogotá (GEB), anunció que tras no llegar a ningún acuerdo con su socio, no irá por Electricaribe.

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La compañía argumentó que las diferencias jurídicas que tiene precisamente con su socio local, GEB, y que se están ventilando en tribunales de arbitramento lo llevaron a tomar esa decisión. “Bajo las condiciones actuales, de controversia jurídica, que hay  con el socio local, Grupo de Energía de Bogotá GEB, los accionistas no han llegado a materializar ningún acuerdo, que permita abordar un plan de expansión conjunto. Sin duda, la participación en este tipo de compras requiere de una relación armónica entre los socios, que facilite la visión estratégica de largo plazo”, dijo Enel en un comunicado. Enel es socio de GEB en Emgesa y Codensa en una de las principales alianzas público privadas que se han gestado en el país más de dos décadas de operación.

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Precisamente, Enel en la primera convocatoria que hubo fue el único interesado en participar del proceso. Sin embargo, posteriormente, el Gobierno ajustó las reglas del juego para que otros interesados pudieran llegar, e incluso, hubo un aumento en los topes para que otros jugadores pudieran participar.

Dentro de los ajustes en la oferta está la posibilidad de dividir el área en dos grandes zonas por las que participarían los oferentes.

También han manifestado su interés de participar en el proceso de Electricaribe, la empresa Celsia, del Grupo Argos, mayor accionista de Epsa, en el Valle, y que acaba de quedarse con los activos de Enertolima, superando el millón de clientes.

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A pesar de las dificultades que ha tenido a raíz de la emergencia con el proyecto Hidroituango, EPM no ha renunciado a participar en el proceso por Electricaribe y le interesaría la zona cercana a Antioquia, como en el caso de Córdoba.

Las diferencias

Enel desde el año pasado tiene serias controversias con el GEB por cuenta de tres frentes, principalmente: el primero es el desarrollo del negocio de las energías renovables no convencionales en el que Enel considera que debe hacerlo a través de su vehículo internacional –Enel GreenPower- mientras el GEB piensa que Emgesa -donde participan las dos empresas- debería ser ese vehículo. El segundo frente está relacionado con la repartición de dividendos, donde la Alcaldía Mayor cree que se deben repartir en su totalidad, mientras que para Enel deberían destinarse algunos de esos recursos en inversión. Y finalmente, el otro tema grueso en la discusión es el del uso de la marca. Enel está privilegiando –a juicio del GEB- su marca por encima de Codensa y Emgesa, que llevan años en el mercado.

Los árbitros designados en el tribunal que se adelantará en la Cámara de Comercio de Bogotá son Jorge Pinzón, Jorge Suescún y Jorge Gil.

“El Grupo Enel en Colombia está comprometido con el desarrollo del sector energético del país y así lo ha venido demostrando a lo largo de los últimos años con la implementación de un robusto plan de inversiones en Enel-Codensa y Enel-Emgesa, orientados a modernizar la infraestructura eléctrica, mejorar la calidad del servicio y ampliar su capacidad para atender la creciente demanda de energía del país”, dijo en su comunicado.