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La casa de joyería Carat* London llegó a Colombia como puerta de entrada al continente americano. Pero además del protagonismo de Colombia, Carat* es una prueba de la apuesta a la expansión de las casa joyeras. | Foto: Wikipedia

Negocios

Colombia se convierte en puerta de entrada de joyería de lujo en América

Luego de que Brasil experimentara una recesión, Colombia ha ganado protagonismo en la región, incluso para la casa de joyería Carat* London, quien escogió al país para entrar al mercado americano.

12 de diciembre de 2015

La casa de joyerías Carat* London, patrocinadora de los premios Bafta, anunció la apertura de su primera tienda en Bogotá a finales del mes pasado, luego de 3 años de explorar el mercado americano.

Carat* London fue fundada en el 2003, y actualmente tiene boutiques en Londres, Hong Kong, Shanghai, y cuenta con 250 puntos de venta más en todo el mundo.  Ahora también en Colombia, como la puerta de entrada  al continente americano, con una inversión inicial de US$ 6 millones.

Hace una década, era impensable que Colombia pudiera convertirse en un atractivo para la inversión de compañías de lujo, y mas aún ahora cuando la economía de hecho no va tan bien.

Sin embargo, el fundador de Carat* London, Scott Thompson, le contó a Dinero que es habitual pensar en Brasil para expandir un negocio en Latinoamérica, pero tuvo más confianza en Colombia que en el país carioca.

Según su fundador “los negocios se basan en la confianza y en Colombia encontré un socio en el que podía confiar. Pese a la devaluación de la moneda en el país, la situación es mejor que en el tradicional país latinoamericano de entrada, Brasil.”.

Thompson también indicó que el lujo es un tema que ha estado rondando en los últimos años en el país con la entrada de diferentes marcas como Dolce & Gabbanna, Burberry, entre otras y “esto también fue una buena señal para que Carat* London se estableciera en el país”.

La internacionalización de la joyería

Más allá de que Colombia se convirtiera en la puerta de entrada de esta casa de joyería británica, favorita entre celebridades como Lady Gaga, es una clara señal de una tendencia en la industria de la joyería mundial hacia la globalización que McKinsey & Company intuyeron desde el 2013.  

De acuerdo con el informe de la industria de la joyería realizado por McKinsey & Company, este mercado parece que va hacia un futuro resplandeciente pues se espera que crezca a un ritmo de entre el 5% y 6% anual, para totalizar 250.000 millones de euros en el 2020.

Pero un crecimiento a ese ritmo evidentemente requiere una expansión lejos de su casa matriz, así como, lo empieza a hacer Carat* London en América.

Según el estudio, la joyería seguía siendo sobre todo local. Los 10 grupos de joyería más grandes capturan apenas el 12% del mercado global de joyería, y tan solo 2, Cartier y Tiffany & Co. son marcas reconocidas a nivel global. El resto del mercado se compone de fuertes marcas locales al por menor, como Ctehrist en Alemania o Chow Tai Fook en China, y las pequeñas o medianas empresas que operan las tiendas en otros países.

Sin embargo, Carat* London es una prueba de este cambio que acoge cada vez más la industria de la joyería hacia la expansión internacional de las marcas de joyería que de hecho encuentran una mayor acogida en mercados emergentes de consumidores aspiracionales.

Dentro del estudio, los entrevistados de la industria esperan que las marcas más prósperas nacionales o regionales de la joyería se unan a las filas de las mejores marcas mundiales en 2020. Entre ellas esperan que Swarovski, sea una de las marcas de joyería a nivel mundial.

Este sería un cambio sustancial dentro de una industria que tradicionalmente se queda en su hogar de orígen y que intentará diferenciarse a través del diseño de las joyas, pues la competencia ya no solo será local sino global.

Esa es una de las estrategias de Thompson, además de la expansión a nivel mundial, pues luego de llegar a Asia, América es su siguiente parada. Al día siguiente de su visita en Colombia para la apertura de la joyería en la capital del país, Thomson se alistaba para viajar a Los Angeles a consolidar negocios allí.