Jorge Andrés Alzate Ríos, músico y empresario. Cortesía.

EMPRESARIOS

El cantante Alzate le aprendió a Warren Buffett sobre negocios

El cantante colombiano Alzate habló con Dinero sobre su vida como empresario, en la que el inversionista estadounidense y otros grandes del mundo empresarial como Bill Gates y Robert Kiyozaki tuvieron bastante influencia.

27 de julio de 2020

Jorge Andrés Alzate Ríos es conocido en Colombia por sus canciones de despecho como Maldita traición o Ya me cansé. Pero lo que pocos saben es que, detrás de estos éxitos musicales, está la historia de un empresario que se ha inspirado en grandes inversionistas para moverse en el mundo de los negocios.

Alzate, como es conocido en la industria musical, nació en Medellín y creció en un hogar humilde acompañado de sus padres, que son misioneros y han dedicado parte de su vida a apoyar comunidades vulnerables del país. Es el mayor de tres hermanos y asegura que “tuvo una niñez hermosa”. 

Cuenta que su mamá lo empujó al mundo de la música, a la que no era muy afín, cuando tenía 13 años. Tomó clases de piano, guitarra y otros instrumentos; trasnochaba componiendo, y supo desde ahí que su vida estaba dirigida por la música. Sin embargo, como les pasa a muchos, su familia no estaba de acuerdo en que se dedicara a esta industria. Asegura que estuvo en una serie de orientaciones para poder seleccionar una carrera que, a consideración de sus padres, le permitiera tener un futuro exitoso. De allí, encontró una afinidad con la aviación y se propuso ser piloto. 

Comenzó sus estudios, pero los enormes costos de la carrera y las dificultades económicas en el hogar lo llevaron a dejarlos y “buscar nuevos horizontes”, que le permitieran cumplir su sueño de ser tanto aviador como músico.

Le puede interesar: Según Bloomberg, esta es la mayor estrella de pop del mundo

“En medio de una crisis económica, con unos padres que no me podían ayudar, me dije que tenía que buscar otros horizontes, pues veía que aquí no iba a lograr mis sueños. Pensé en irme a otro país y decidí tomar rumbo a Estados Unidos”, dijo Alzate. 

Pero la cosa no fue nada fácil. Trabajó para tener el dinero suficiente para los trámites que tenía que realizar en Bogotá y otro tanto para sobrevivir una vez llegara al país, pero no podía concretar su viaje, pues seis veces le fue negada la visa.

Él no paró de insistir y cuando menos lo pensó le dieron vía libre para viajar, tomó US$100 que su padre le obsequió para el sustento de los primeros días y se marchó. En Estados Unidos, su vida no fue fácil. Luchó con la soledad, con el idioma y hasta con la comida; trabajó en construcción, restaurantes y haciendo aseo a todo tipo de establecimientos, y estuvo algún tiempo como inmigrante ilegal. 

Pero nada de eso fue un obstáculo para salir adelante y alcanzar el “sueño americano”. Consiguió un trabajo limpiando aviones, donde logró escalar y terminar sus estudios para ser un piloto oficial. Se casó, obtuvo sus documentos y se ubicó laboralmente. 

“Un comerciante increíble” 

Como buen colombiano rebuscador y con la necesidad de mantenerse en pie, Alzate alternaba su profesión con los negocios. Durante varios años, el cantautor se dedicó a la compra y venta de vehículos usados en Estados Unidos, logrando ser un “comerciante de carros increíble”, como él mismo se define.

“La gente iba a otros establecimientos, preguntaban por un vehículo y cuando llegaban a mí, no podían creer que yo les ofreciera el mismo a un precio menor. Así me empezaron a buscar, incluso los mismos concesionarios, para que yo les ayudara con el inventario. Iba a las subastas más importantes en Texas a comprar carros, llegaba con camiones llenos de vehículos para mis clientes. Al final me decidí y formalicé mi empresa”, contó. 

El negocio era muy bueno. Llegó a tener más de 100 carros a la venta en un día y tener concesionarios en varias ciudades de Estados Unidos. Pero esto no lo habría logrado sin tener una idea de cómo funcionaba el mundo de las empresas y de las inversiones. 

Para ello, Alzate dedicó gran parte de su tiempo a conocer el mundo de los multimillonarios de Estados Unidos. Leía libros sobre los movimientos que hacían y cómo lograron construir una fortuna a través de sus negocios. Se inspiró en personajes como Warren Buffett, Bill Gates, entre otros, pero, asegura, el que más lo marcó fue el empresario estadounidense y autor del libro Padre rico, padre pobre, Robert Kiyosaki. 

Lea también: Jay-Z se vuelve el primer rapero multimillonario

“Me apasionaba la lectura y me interesé por conocer a estos empresarios no solo en los negocios, sino también como personas. Y encontré en varios de ellos la inspiración para hacer dinero no solo por acumular una riqueza, sino también por aportar al mundo”, dijo. 

Pero, aunque tenía gran parte de lo que había soñado, no estaba del todo satisfecho. Cuando tomó la decisión de ser piloto, pensó que ese sería el trampolín para ser lo que siempre quiso: músico. Y, claro, lo pensaba desde el punto que le permitiría tener los recursos necesarios para lanzarse a cumplir esa meta.

Retomando la idea y con el impulso de su esposa, regresó a Colombia. Cuenta que fue bastante difícil, que fueron cinco años en los que, además de tener un "no" reiterado en la industria, su capital se fue agotando y la obsesión por ser cantante y compositor lo llevó a perder todo lo construido en Estados Unidos y enfrentó su primera quiebra. 

Su familia le recomendó dejar ese sueño e ir tras lo que se había perdido. Sin embargo, su hermano lo impulsó a un último intento y fue ahí cuando Maldita traición lo puso en la movida musical; su anhelo se había cumplido. 

Inversionista y cantante 

Contrario a la imagen que se suele dar de los artistas del género popular, Alzate asegura que no le gusta la rumba y que prefiere un espacio tranquilo para estar con su familia. Es un apasionado por leer en inglés y escuchar una buena banda de rock.

Pero más allá de esto, Alzate podría definirse como un workaholic, pues nunca ha parado de trabajar para lograr lo que se propone, al punto de que, por ejemplo, nunca ha celebrado un cumpleaños por estar al tanto de su carrera musical y de su vida como empresario.

Esto lo ha llevado a ser uno de los grandes referentes del género del despecho en el país y en la región, mientras que en el mundo de los negocios ese empeño y “obsesión por cumplir sus metas", le ha permitido crecer.

Actualmente, cuenta con empresas que le apuestan a la industria musical y a sectores como el comercio y la construcción, que además generan empleos a más de 100 personas en el país. Fundó Alzate Music SAS, empresa dedicada a los espectáculos musicales en vivo y que hoy se ha visto fuertemente afectada por la pandemia. 

Le recomendamos: La plataforma de ‘networking’ para la industria musical

Asegura que no están generando ingresos por esta línea. Sin embargo, como muchos empresarios en medio de la crisis, vieron una oportunidad. Cuenta que desarrollaron una línea enfocada en las regalías de ventas de productos, composiciones y obras musicales. Esto les ha permitido tener una fuente de ingreso y repensar la compañía. 

Por otro lado, Alzate le apuesta a la construcción y a la inversión inmobiliaria. Es así como una de sus líneas de negocio se concentra en la construcción de bodegas industriales y viviendas en el país, teniendo ganancias de más del doble de lo invertido. "No todos los negocios se dan con dinero, también hacemos intercambios con proyectos que a nosotros nos pueden generan algún ingreso y que son equivalentes al valor de las bodegas”, explicó. 

Actualmente trabajan en varios proyectos de bodegas ubicados en Zipaquirá y, en este mismo municipio, el cantante también está evaluando la construcción de un conjunto residencial de cerca de 58 casas que no superen los $200 millones. 

Por otro lado, Alzate, con el objetivo de brindar un apoyo económico a su familia, también le apuesta a la venta de productos importados en Estados Unidos a través de Amazon. Según explica, los productos abarcan todas las categorías, cuentan con bodegas de almacenamiento en Texas (EE. UU.) y han llegado a obtener ganancias mensuales cercanas a los US$120.000.

Pese a que hoy se arrepiente de no haber tenido un balance entre su vida profesional y su vida privada, reconoce que todo el camino que ha recorrido le ha dejado grandes lecciones, como, por ejemplo, la importancia de trazarse metas y seguir un paso a paso para cumplirlas; ser disciplinado; explorar los terrenos que ya se conocen, y mirar a la competencia con buenos ojos. 

“Muchos, al tratar de alcanzar el éxito, se fijan en la competencia y, claro, es importante mirarla. Pero considero que, en el mundo de los negocios, la competencia es siempre con uno mismo, preocuparse por vencer los obstáculos y una vez cumplidos, seguro que uno podrá cumplir todo lo que se propone”, afirmó.